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Todos hablan de la enfermedad que sale a partir de los 50 años: ¿de qué se trata?

Si bien hay patologías que pueden desarrollarse a cualquier edad en los seres humanos, tampoco falta alguna que otra enfermedad que sale a partir de los 50 años porque es mucho más común.

Es el caso de la miastenia gravis, una afección neuromuscular crónica e inmune, que destaca porque provoca debilidad en el paciente. El síntoma más notable de estar sufriendo esta problemática es la debilidad muscular.

La enfermedad que sale a partir de los 50 años

Según la Sociedad Española de Neurología -SEN-, se estima que en nuestro país unas 15.000 personas padecen la enfermedad. Considerada hasta hace poco como una patología «rara», en los últimos años su prevalencia ha crecido por encima de la media.

Los mayores, más propensos a convivir con este inconveniente

De acuerdo a los estudios de la entidad, esa tendencia in crescendo en relación al número de gente diagnosticada se explica especialmente por el número de adultos mayores afectados. Cada año hay unos 700 enfermos más con miastenia gravis y aproximadamente el 60% tiene más de 60/65 años. También hay pacientes de entre 20 y 40 años.

Particularmente los hombres parecen ser más vulnerables a esta enfermedad una vez que atraviesan esa quinta década de vida. Recordando que el pasado viernes 2 de junio se conmemoró un nuevo Día Internacional de la Miastenia Gravis, los científicos insisten en la necesidad de realizar un tratamiento para mejorar la calidad de vida de la persona al controlarse los síntomas.

De hecho, hasta hace un par de décadas esta patología causaba una elevada morbilidad y mortalidad que hoy han sido erradicadas. Gracias a las terapias disponibles por el avance tecnológico, los sujetos pueden hacer sus actividades casi sin contraindicaciones.

¿Cómo saber si se tiene miastenia gravis?

Es indispensable conocer los primeros avisos de la enfermedad, que consisten en la citada debilidad muscular pero además en otros como la caída involuntaria de párpados, la visión doble y diversas anomalías que pueden ser excepcionales para cada ser humano.

Más del 90% de los pacientes responden a los tratamientos y no se ven afectados por los síntomas, o son «asintomáticos». Lamentablemente, un mínimo porcentaje de personas no corre con esa suerte y su autonomía se ve gravemente condicionada.

Ante la aparición de los indicios que podrían asociarse a la miastenia gravis ya superados los 40 años de vida, es imprescindible consultar a un profesional de la salud para descartarla. En el peor de los escenarios, una terapia a tiempo evitará daños mayores.