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Salud Cardiovascular

El riesgo cardiovascular podría reducirse si desayunamos y cenamos temprano

Si sueles siempre comer tarde, debes entonces ver en informe difundido por la Agencia EFE. Detalla que los investigadores explican cómo el riesgo cardiovascular podría reducirse si desayunamos y cenamos temprano.

O, dicho de otra forma, cómo alimentarte tarde podría aumentar las probabilidades de que desarrolles una enfermedad cardiovascular. ¿Qué dicen los médicos en ese sentido?

Todo parte de un análisis realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona -ISGlobal-, cuyos expertos evaluaron los datos recogidos de más de 100.000 pacientes. Tras entrecruzar esta información, llegaron a la conclusión de que alimentarnos tarde tendría una incidencia directa en la posibilidad de sufrir estas patologías. Así lo indicaron a la revista Nature Communications.

Incluso, estos especialistas señalaron que un ayuno nocturno extenso se asocia a un menor riesgo de problemas cardíacos.

El riesgo cardiovascular podría reducirse si desayunamos y cenamos temprano

Sobre una muestra de 103.389 participantes de la cohorte francesa NutriNet-Santé, un 79% de los cuales eran mujeres de una edad promedio de 42 años, los profesionales de la salud establecieron que realizar la primera comida del día demasiado tarde elevaría hasta un 6% el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Por ejemplo, en el caso de quienes se saltan el desayuno.

Respecto a la cena, si te alimentas pasadas las 9 de la noche, el aumento de tener problemas de este tipo es mucho mayor aún. Quienes cenan más cerca de las 10 que de las 9 de la noche tienen un riesgo 28% mayor de un episodio cerebrovascular como el ictus. Y según la muestra, tales afirmaciones son más concluyentes en mujeres que en hombres.

El beneficio del ayuno nocturno

Aquellos que prefieren cenar temprano o irse a la cama cenando muy ligero podrían tener ventaja sobre los demás. Estas pruebas respaldan la idea de hacer una última comida del día cerca de las 8 de la noche e ir a dormir una vez completada totalmente la digestión.

Si lo haces de este modo y desayunas temprano, cerca de las 8 de la mañana, el ayuno será de 12 horas. Básicamente, tiempo suficiente para que el sistema digestivo descanse durante la noche y esté listo para volver a trabajar.

La primera causa de muerte

Los análisis acerca de la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares son clave porque ésta es la principal causa de muerte en el mundo para el Global Burden of Disease. Unos 18,6 millones de individuos fallecen todos los años por este motivo y, por sorprendente que parezca, la mitad de las muertes podrían evitarse adoptando costumbres alimenticias más saludables.

De hecho, los hábitos de vida de las sociedades occidentales contemporáneas son un inconveniente grave en términos de salud. Preocupados por ser productivos y atender los compromisos asumidos, más de una vez acabamos saltándonos el desayuno, cenando pasadas las 10 de la noche, etc. Y, peor aún, pensamos que eso no traerá consecuencias severas en el futuro.

Si desayunamos y cenamos en los horarios correspondientes podemos sincronizar la digestión con el ritmo circadiano del cuerpo. Esto tiene una influencia positiva en las funciones cardiometabólicas como la regulación de la presión arterial y, por eso, quienes logran ordenar su rutina no se sienten mejor, sino que tienen un menor riesgo de sufrir enfermedades de esta clase.

De hecho, se espera que el concepto de crononutrición sea cada vez más estudiado por la estrecha relación que se ha descubierto entre nuestras comidas diarias y el descanso. Mientras tanto, deberías prestarle más atención a los horarios en los que te alimentas.

Siguiendo un estilo de vida saludable junto al ejercicio, entonces es más factible que tengamos estos episodios y nuestra salud cardiovascular se quede reforzada. Es el médico y especialista el que debe guiarnos.