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Cinco métodos para combatir los efectos del sudor

Este exceso de sudor incide en el ámbito sociológico

Como todos ya sabéis, el sudor es el resultado de un medio de refrigeración conocido como transpiración. Sin embargo, esta respuesta corporal también tiene su origen en esos estímulos que aumentan la excitación, provocando que el sistema nervioso simpático ejerza su influencia sobre las glándulas sudoríparas. Aunque este mecanismo tenga un carácter automático e inapelable, existen multitud de métodos y remedios caseros que te ayudarán a controlar los efectos de la sudoración.

¿Cómo podemos combatir el sudor?

Esta lucha encarnizada contra nuestra propia naturaleza no solo consiste en erradicar esas manchas húmedas que provoca el sudor, sino también su desagradable olor. Una realidad que muchas veces influye en el ámbito sociológico del individuo, así como en su propia comodidad y autoestima. ¿Qué métodos nos pueden ayudar con este problema?

Reducir el consumo de cafeína

Esta sustancia tiene una influencia especial sobre las glándulas sudoríparas.

Tal y como aseguran los expertos, la cafeína tiene el poder de activar un neurotransmisor conocido como acetilcolina. Esta sustancia química actúa en la transmisión de los impulsos nerviosos, siendo además el principal responsable de las glándulas sudoríparas.

La piedra de alumbre

La piedra de alumbre ya está disponible en la mayoría de supermercados.

El desodorante convencional ha encontrado en este mineral su rival a batir. La piedra de alumbre tiene propiedades antitranspirantes, antibacterianas y antisépticas, muy útiles para el exceso de sudoración. Además, como dato importante, al ser un producto natural no deja en la ropa ningún tipo de mancha u olor.

Leche de magnesia

La leche de magnesia en uno de los productos más efectivos contra el sudor.

Este producto se obtiene mediante la combinación de hiproclito de calcio, cloro, agua y hidróxido de magnesio. Este último ingrediente es excelente para reducir el nivel de sudor en tres de las zonas más problemáticas: los pies, las manos y las axilas. El mejor momento para aplicarlo es después de la ducha, para estimular la transpiración de la piel.

Limón

Algunos aplican el zumo de limón directamente en la axila.

Muchas personas defienden el limón como desodorante natural. Este remedio consiste en la mezcla de unas gotas de limón y una cucharada de bicarbonato de sodio. El ungüento resultante debe aplicarse en las axilas durante diez minutos, limpiando después la zona con abundante agua. Las increíbles propiedades naturales del cítrico mantendrán el sudor y el mal olor a raya.

Corteza de roble

Una infusión de corteza de roble picada paliará los efectos del sudor.

Prepara una infusión a base de corteza de roble picada, disponible en farmacias y herbolarios. Tras dejar reposar durante dos horas, se recomienda aplicarlo a modo de bálsamo en la zona donde la sudoración causa estragos. También se puede congelar, para frotar después el cubito en las axilas.