Psicoterapia existencial: qué es, sus ventajas y aplicaciones
Entre los tratamientos psicológicos para determinadas situaciones personales especiales, está la llamada psicoterapia existencial. ¿En qué consiste este tratamiento y cómo se lleva a cabo?
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Por su reciente popularidad, es probable que hayas escuchado hablar, alguna vez, del concepto de psicoterapia existencial, un enfoque diferente a otros más tradicionales que, inspirado en las filosofías existenciales, pretende resolver distintas clases de problemas actuales.
En efecto, la terapia existencial se revela como algo que evoluciona constantemente, que parte de una metodología más bien descriptiva y de colaboración entre sus miembros, y que se clasifica en el orden de los modelos, tanto relacionales como intersubjetivos.
Pero, a diferencia de otras terapias, de esta podemos decir que no pretende dar respuesta a la angustia o el estrés experimentando, repasando episodios críticos de la vida personal, sino más bien buscando explicación al hecho de “ser”, de vivir en el mundo, y lo que ello significa.
Mejor calidad de vida
Es decir, normalmente quien recurre a la psicoterapia existencial no padece ningún tipo de enfermedad o trastorno mental, sino que quiere lograr una mejor calidad de vida a partir de la comprensión, definitiva o no, de su lugar en el universo.
Esta mirada existencial, que tiene espacio tanto en la propia psicología como en las terapias alternativas, es también frecuente en los programas de desarrollo humano o coaching, y ya manifiesta desde sus principios la incertidumbre que genera la propia existencia, la vida.
Se trata, por lo tanto, de algo así como una invitación a reflexionar de modo colectivo en torno a las posibilidades que tenemos únicamente por “existir”, considerando siempre la idea de Totalidad Existencial, que analiza dentro de un medio, tanto físico como social, que nos rodea.
¿Cómo es una sesión de psicoterapia existencial?
Al participar en una sesión de psicoterapia experimental, uno tiene la oportunidad de comentar sus vivencias, desde las más ordinarias hasta las extraordinarias, explicando qué sensaciones experimenta con ellas, pero abriéndose también a otros sentimientos.
Evidentemente, a fin de lograr ciertos avances, es indispensable que el diálogo que se mantiene sea completamente honesto, real, que juzgue neutralmente las relaciones con los demás y con uno mismo, investigando esas emociones, por qué se dan y, eventualmente, si deben modificarse.
La innata fragilidad de todos los seres humanos se pone en juego en esta disciplina, ya que uno llega muchas veces a cuestionarse su propia identidad, a exponer su intimidad, procurando que el profesional en la materia pueda referir algunos consejos o recomendaciones importantes.
Éstas son algunas de las bases de la psicoterapia existencial, y desde ellas puede comprenderse por qué en estos tiempos tan convulsos, se trata de una rama de la psicología con tal demanda.
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