¿Qué provoca la conjuntivitis y cómo podemos evitarla?

La conjuntivitis es una de las patologías oftalmológicas más frecuentes, tanto en adultos como en niños. Aunque raramente llega a ser grave, es muy molesta y en algunos casos, altamente contagiosa. Normalmente está provocada por una infección de la conjuntiva del ojo (la membrana mucosa y transparente que recubre el interior del párpado) y la esclera (la parte blanca del ojo); y provoca además una inflamación asociada de los vasos sanguíneos de la conjuntiva que se hinchan e irritan, provocando rojez, picor y lagrimeo en los ojos.

Este tipo de infección, eso sí, no suele durar mucho -si se conoce la causa y se trata adecuadamente- y, sobre todo, se previene una posible transmisión. En este artículo hablaremos sobre las causas, los síntomas y, sobre todo, cómo evitar contagiarnos y contagiar a los demás.

Síntomas de la conjuntivitis

El picor de ojos, el enrojecimiento y el lagrimeo son los síntomas más habituales de la conjuntivitis, aunque puede ir acompañado de una leve fotofobia y secreción conjuntival. «Una reacción inflamatoria del ojo ante un agente externo que puede ser un alérgeno, o un agente infeccioso, como una bacteria o un virus», tal y como explica el Dr. Emanuel Barberá, especialista del Instituto Oftalmológico Quirónsalud A Coruña, que recomienda acudir a un especialista siempre que sospechemos que estamos sufriendo una conjuntivitis, «para que valore la infección y diagnostique correctamente, si es una conjuntivitis vírica, bacteriana, o alérgica».

El diagnóstico de las conjuntivitis es clínico y se basa tanto en los síntomas como en los antecedentes del paciente. Por ejemplo, que haya entrado en contacto con personas previamente enfermas o con alérgenos o medicamentos tópicos que puedan causarlas.

¿Qué provoca la conjuntivitis?

Existen varios tipos de conjuntivitis. Según explica el Dr. Barberá, «las más habituales son la vírica y la bacteriana, aunque también puede estar provocadas por alergias, o incluso medicamentos».

En la conjuntivitis vírica el origen es un virus, como los que pueden arrastrar algunos catarros de vías respiratorias. Puede afectar a uno o a ambos ojos y es altamente contagiosa, pudiendo propagarse por la tos o estornudos, y por contacto.

La conjuntivitis bacteriana, sin embargo, «es contagiosa y habitualmente se desarrolla por contacto directo con las manos infectadas o por elementos que hayan tocado un ojo infectado previamente, y se diferencia de la anterior por provocar una secreción amarillenta en el ojo», aclara el especialista.

La conjuntivitis alérgica, por su parte, no es contagiosa y está provocada por alérgenos como el polen o el polvo, por lo que puede ser estacional. «No va a transmitirse de una persona a otra, pero podemos impedir que progrese evitando el contacto con los alérgenos que lo provocan», recomienda Barberá. Para atajar este tipo de conjuntivitis y proponer un tratamiento adecuado, añade «el oftalmólogo puede derivar el caso al alergólogo, para que realice pruebas cutáneas, o de sangre y determinar qué tipo de alérgeno es el que nos está provocando la alergia».

Otras causas que provocan conjuntivitis pueden ser algunos medicamentos, algunas sustancias químicas, las lentes de contacto y algún cuerpo extraño que pueda entrar en el ojo.

¿Cuánto puede durar una conjuntivitis?

La conjuntivitis suele ser una enfermedad de corta duración. Sin embargo, los síntomas pueden durar más o menos tiempo en función de la causa que ha originado la inflamación de la conjuntiva, si se ha diagnosticado correctamente y si se está tratando de manera adecuada. «El tiempo de evolución también cambia según el tipo de conjuntivitis. En el caso de las alérgicas, el tiempo puede ser mucho más prolongado y en el caso de las víricas o infecciosas, tiene un inicio más brusco pero la evolución es más corta», explica el especialista.

La conjuntivitis vírica es la que más puede llegar a durar. Por norma general, los síntomas están presentes entre una y dos semanas. Por su parte, la conjuntivitis bacteriana suele oscilar entre siete y diez días, siempre que trate de manera adecuada.

La duración de la conjuntivitis alérgica dependerá del tipo de alergia, aunque normalmente la inflamación en los ojos desaparece unos días después de haber entrado en contacto con el alérgeno, siempre que la exposición a la sustancia que provoca la alergia haya cesado. Y, por último, la duración de la conjuntivitis por irritación dependerá la gravedad de la irritación.

Prevenir el contagio

Aunque la mayoría de las conjuntivitis se curan solas, o tras la administración de algún medicamento específicamente dirigido a la causa de la infección (antibióticos para las conjuntivitis bacterianas, o antihistamínicos para las alérgicas), desde Quirónsalud nos recomiendan algunas medidas generales y profilácticas a seguir para evitar el contagio:

• Lavarse las manos frecuentemente.
• Cubrir nariz y boca al toser y estornudar.
• Evitar frotarse los ojos.
• No utilizar textiles (sábanas, cojines, toallas…) ni objetos (brochas de maquillaje, juguetes, estuches de lentillas o gafas…) que hayan podido estar en contacto con una persona infectada.
• Ser muy exhaustivo en la higiene de las lentes de contacto y sustituirlas en cuanto sea preciso.
• Tener cuidado con los cosméticos que se utilizan porque pueden producir alergia o irritación.
• Evitar los ambientes con altas concentraciones de polen, en caso de sufrir alergia, y usar gafas de sol para salir a la calle.
• En caso de conjuntivitis infecciosas puede ser necesario, además, quedarse en casa unos días para evitar contagiar a otras personas.