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¿Puedo tomar queso si estoy a dieta?

Frente a la creencia de que el queso engorda, los expertos insisten en que hay cabida para este alimento, también si queremos mantener o recuperar la línea tras los excesos navideños. Así que queremos esclarecer si puedo tomar queso si estoy a dieta.

Este alimento es versátil. Y en los días de frío es ideal. Desde InLac explican por qué el queso es realmente un buen alimento.

Conoce si tomar queso si estoy a dieta

Frente a los numerosos bulos que proliferan, los lácteos pueden consumirse de manera regular, incluso entre aquellos consumidores que se han propuesto apuntarse al gimnasio y alimentarse de forma más sana y equilibrada.

Y el queso puede ser un magnífico aliado también en la dieta. “Característico de la dieta mediterránea y, por tanto, un consumo racional es totalmente aceptable”, destaca la catedrática en Nutrición y Doctora en Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Rosa María Ortega.

Algunos tipos de queso pueden tener un valor calórico elevado, pero no es razón para tacharlos de nuestra alimentación. El problema está cuando se toman más calorías de las que se gastan. Para esto los quesos más calóricos se deben tomar en menor cantidad o con menor frecuencia que los quesos frescos u otros lácteos.

De esta forma, si estamos a dieta hay que elegir los lácteos que aportan menos calorías, pero no es necesario que optemos siempre por lácteos desnatados. La experta comenta que hay beneficios para la salud y para el control de peso en la grasa de la leche, por lo que quizá no convenga eliminar la grasa de los lácteos de nuestra alimentación.

Y expone que entre las tres raciones de todos los tipos de lácteos que debemos tomar cada día, según marcan las principales guías de alimentación, puede ser buena idea que alguna de ellas sea queso.

Los estudios de (The American Journal of Clinical Nutrition, The Lancet, Advances in Nutrition…) han demostrado que la ingesta de queso no perjudica a la salud cardiaca y reduce las enfermedades asociadas. Y la Organización Interprofesional Láctea (InLac) subrayan también que el queso puede y debe formar parte de la ingesta de al menos “tres lácteos al día” (leche, queso o yogur).

Una dieta equilibrada incluye 2-3 raciones de lácteos al día en niños y adultos y 3-4 en etapas y colectivos con necesidades adicionales, como la adolescencia, mujeres embarazadas, la edad avanzada y los deportistas.

La porción de queso semicurado o curado recomendada ronda los 30 gramos y, la de queso fresco llega hasta los 60 gramos al día.