Una psicóloga revela por qué Montoya se rompe la camisa en las hogueras de ‘La isla de las tentaciones’
Pilar Cebrián: "En una sensación de impotencia surge su gesto porque está observando conductas que no pueden controlar"
En el universo de los medios de comunicación, las relaciones personales de figuras públicas no suelen pasar desapercibidas. Las historias que surgen en torno a las personalidades del entretenimiento o de la política suelen ser analizadas hasta el último detalle, especialmente cuando implican vínculos emocionales complejos. Uno de los casos más comentados recientemente es el que involucra a Anita y Montoya, participantes en la televisiva La isla de las tentaciones, una relación que, según la psicóloga Pilar Cebrián, ha tenido aspectos problemáticos desde su inicio.
En un programa reciente, la psicóloga de Ana Rosa fue invitada a este programa a analizar la naturaleza de la relación entre la joven Anita y su pareja Montoya. La profesional no tardó en ofrecer una visión contundente sobre lo que había sucedido entre ellos, marcando una diferencia clave entre lo que a menudo se considera amor y lo que realmente es una relación.
Pero también hace hincapié cuando, de forma constante, el concursante se rompe la camisa: «En una sensación de impotencia surge su gesto porque está observando conductas que no pueden controlar. Al romperse la camisa o destruir algún objeto, libera el cortisol generado por la angustia que le provoca ver a su pareja en una situación tan complicada».
El análisis más psicológico
Otros psicólogos explican que, a pesar de la fachada que pueda haber dado la relación, se podía ver que existían señales claras de que no se trataba de una unión basada en el respeto mutuo y el bienestar emocional. Así, el amor entre Anita y Montoya podría estar marcado por dinámicas de dependencia emocional o control.
Para los expertos, se debe tener claro que en las relaciones, a veces, en la que uno de los dos busca dominar al otro, establecer reglas estrictas o controlar sus emociones, eso no es amor. Así, un amor sano debe estar basado en la reciprocidad, la confianza y el respeto mutuo.
Los especialistas creen que algunos comportamientos indican que claramente cuando una relación se ha vuelto dañina. «Entre ellos destacó la manipulación emocional, donde una de las partes logra que la otra se sienta constantemente culpable o que renuncie a sus propios intereses por el bien del otro».
Falta de autoestima
La falta de autoestima, el miedo al abandono o la necesidad de sentir que alguien necesita de ti para sobrevivir pueden hacer que una persona acepte comportamientos abusivos. Así, los psicólogos creen que este tipo de eventos sirven para que muchas personas se replanteen en ocasiones sus relaciones si no son fáciles, ya que pueden parecer apasionadas y emocionantes, pero a medida que se desarrollan, se va notando la desigualdad de poder, advierten,
Además, enfatizan la necesidad de no idealizar a las personas que amamos. «El amor no es algo que justifica comportamientos destructivos. Es fundamental aprender a reconocer cuando una relación ya no está contribuyendo a nuestro bienestar y tener la valentía de poner límites o incluso terminar».
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