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La influencia de la estacionalidad

«La primavera a la sangre altera» no es sólo un dicho, es una realidad

"Algunos pacientes con trastornos del ánimo presentan descompensaciones durante el invierno y la primavera, lo que se conoce como trastorno afectivo estacional", según el doctor Claudio Fullerton

Las enfermedades y alergias más comunes en primavera

¿Por qué en primavera aumenta la depresión?

La pandemia provocada por la Covid-19 ha puesto de manifiesto el alto número de pacientes afectados por trastornos relacionados con la salud mental. En la actualidad, 450 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por alguna patología de este tipo y entre el 35 y el 50% de ellos no recibe el tratamiento adecuado, según la Confederación de Salud Mental España.

Además, el aislamiento, la distancia social y en general las restricciones y la situación sanitaria de los últimos dos años han provocado un aumento de los casos de depresión y ansiedad, entre otros. Ahora, a las puertas de la primavera, los usuarios con enfermedades mentales vuelven a verse directamente afectados por el ambiente. La estación dará comienzo, de forma oficial, el 20 de marzo a las 16:33 horas, según la web de El Tiempo, un sistema de predicción meteorológica digital, y se mantendrá hasta el 21 de junio, momento en el que el solsticio de verano da comienzo a esta estación.

Los seres humanos somos enteramente sociales y realizamos intercambios con nuestro entorno. En el caso de este segundo escenario, algunos estudios señalan que las variaciones en el ambiente y el clima pueden afectar al estado de ánimo y a la calma del usuario. Así, el popular proverbio «la primavera, a la sangre altera» no es solo un dicho, sino que se convierte en una realidad.

La influencia del clima y la luz

La melatonina y la serotonina influyen en este estado de ánimo y en la actitud que tenemos frente a la vida, ya que estas hormonas que provocan una sensación de bienestar en nuestro cuerpo. Desde el Instituto Quirúrgico de Andalucía explican que la serotonina está directamente relacionada con la cantidad de luz solar, de manera que los niveles de esta hormona aumentan al amanecer y disminuyen al ocaso, lo que puede dar lugar a alteraciones en el humor según se cambie de estación.

La psiquiatra Marina Díaz Marsá asegura en un documento que «el manifiesto irregular de algunos trastornos mentales, como la bulimia y la anorexia, tiene relación con factores ambientales clínicos». Así, la experta explica que «el clima y la luz inciden en el desencadenamiento de los trastornos emocionales y del comportamiento». En general, las consultas de psiquiatría y psicología atienden más casos de depresión en otoño y primavera que el resto del año.

Por su parte, el psiquiatra de la Clínica Universidad de los Andes de Chile, el doctor Claudio Fullerton, explica que «algunos pacientes con trastornos del ánimo presentan descompensaciones durante el invierno y la primavera, lo que se conoce como trastorno afectivo estacional». La Clínica Mayo señala que este trastorno, que suele aparecer en los meses de otoño e invierno, puede provocar depresión en la época primaveral o a comienzos de verano, aunque es menos frecuente. En el caso del tratamiento, se suele emplear la fototerapia (terapia lumínica para entender los cambios de luz y gestionarlo correctamente), la psicoterapia y algunos medicamentos.

Coincidiendo con la doctora Díaz, el psiquiatra señala que, a pesar de que las razones no son definitivas, una de las hipótesis es que estos desajustes podrían deberse al cambio rápido de luminosidad que afecta a los mecanismos biológicos del cerebro vinculados a sustancias como la melatonina.

El patrón estacional

Las alergias propias de la estación, la inflamación asociada y los cambios de luz son algunos de los factores principales en el desencadenamiento de algunos trastornos relacionados con la salud mental, ya que en ocasiones se produce un efecto sobre el cerebro que puede desarrollar episodios depresivos.

Aunque las investigaciones que abordan la relación entre la estacionalidad y los trastornos de salud mental son escasas, un estudio temporal llevado a cabo por el Departamento de Enfermería, la Unidad de Medicina Legal y Toxicología y el Departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Cantabria concluyó que los suicidios siguen un patrón estacional, de manera que los investigadores, tras años de investigación, hallaron sus máximos en verano y sus mínimos en otoño.

De la misma forma, doctores y médicos forenses de los Institutos de Medicina Legal de Córdoba y Granada, y junto con expertos de la Universidad de Córdoba, llevaron a cabo un estudio epidemiológico del suicidio en un periodo de 30 años donde se concluyó que la manifestación de esta conducta es más frecuente en estaciones cálidas como primavera y verano, sobre todo entre las 8:00 a.m y las 16:00 a.m. horas.