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¿Podemos lavar la mascarilla FFP2 y de qué manera?

Con la llegada de las mascarillas de tela, nos hemos acostumbrado a lavar a mano o en la lavadora los cubrebocas para poder usarlos más de una vez, y aunque tenemos claro que las mascarillas de papel no reutilizables no debemos lavarlas con agua, es común que aparezca la duda ante el correcto mantenimiento de las mascarillas FFP2. Entonces, ¿Podemos lavar la mascarilla FFP2 y de qué manera?

Estas, pueden parecer, a simple vista, hechas a partir de algún tipo de textil, pues tienen marcas que se asemejan a una costura, pero la verdad es que están fabricadas con un material no reutilizable que no debería lavarse, pues su uso no debería sobrepasar las 48h, siendo sustituidas por una nueva mascarilla tras este periodo de tiempo.

Hay algunos casos, como cuando había escasez de equipos de protección, que podrían hacer que estas mascarillas se pudieran lavar en casos excepcionales, como vemos, no es algo fiable.

Así, debemos tener en cuenta pero, que la mejor opción, siempre que sea posible, es reemplazar la mascarilla, ya que aunque los métodos que a continuación se exponen han estado probados en hospitales y laboratorios, el equipo y maquinaria que allí se usa es distinto al que tenemos en nuestros hogares, por lo que estos remedios podemos considerarlos una alternativa casera pero no completamente fiable; a usar solo en casos de necesidad.

En primer lugar, para la lavar la mascarilla FFP2, podemos probar a aplicar calor con el horno o el microondas para intentar desinfectar la mascarilla a una temperatura lo suficientemente alta para que los gérmenes mueran pero no lo demasiado para dañar la mascarilla o su ajuste: la temperatura recomendada, por lo tanto, es de entre 60 y 70 grados durante treinta minutos. En el caso de preferir usar el microondas, podemos ponerla a calentar durante aproximadamente dos minutos.

Es importante tener en cuenta que, al terminar, el cubrebocas estará muy caliente por lo que debemos dejarlo enfriar durante un rato antes de volver a usarlo. La higienización a partir de calor solo se puede aplicar una vez por mascarilla, de lo contrario, puede dañarla gravemente además de neutralizar su efectividad.

Otra opción existente es, si tenemos alcohol de uso tópico en casa, usarlo para desinfectar nuestra mascarilla mezclándolo con un poco de agua y pulverizando la combinación resultante sobre su superficie.

Usa siempre la mascarilla con responsabilidad y recuerda renovarla siempre que puedas tras agotar el tiempo de uso recomendado.