¿Qué órganos pueden ser trasplantados y cuáles no?
Durante el trasplante de un órgano, la mayor prioridad siempre es la vida del paciente.
El trasplante de órganos es una de las prácticas médicas más vanguardistas y eficaces a la hora de salvar vidas humanas. En estos últimos años, el número de trasplantes ha ido in crescendo de una manera esperanzadora para el futuro de esta práctica.
Datos recogidos directamente por la la Organización Mundial de la Salud (OMS) informan que en 2015, año de datación más reciente, se realizaron en el mundo 126.670 trasplantes de órganos, unos 14,5 cada hora.
Hoy por hoy, existen una serie de órganos cuyos trasplantes son mucho más factibles. Estos son, en orden de mayor número de reemplazos, el riñón, el hígado, el corazón, el pulmón, el páncreas y el intestino delgado.
Sin embargo, aún existen órganos que desgraciadamente no pueden ser trasplantados.
¿Cuáles son los órganos que no pueden ser trasplantados? ¿Por qué?
Si se le pregunta a un profesional médico cuál es el primer objetivo de los trasplantes, este dirá que es preservar la vida de los pacientes, por eso los avances en este campo hasta ahora se han concentrado en los órganos vitales.
Aún existen órganos que no pueden ser trasplantados. Los más importantes son los siguientes:
La cabeza.
Esta es una de las partes del cuerpo humano que no pueden ser trasplantadas, y los investigadores tienen claro que no podrá serlo en mucho tiempo. El principal problema es su indispensable conexión con la médula espinal. La médula está considerada como una red de neuronas o células nerviosas, y cuando estas se dañan, el estrago es permanente e irreemplazable, por el momento.
La retina.
A pesar de la gran cantidad de trasplantes de córnea que se han realizado con éxito, la retina, la parte más anterior del globo ocular y que permite la visión, aún no puede ser trasplantada. El problema vuelve a ser la gran cantidad de terminaciones nerviosas que posee y que una vez son desconectadas, no pueden volver a conectarse.
OTROS
- La vesícula biliar. Este órgano no es trasplantado por una cuestión de ventaja-desventaja. Si esta parte del cuerpo se daña, la persona puede vivir con esta zona extirpada, sin embargo, si se le trasplanta, el paciente deberá tomar medicamentos de por vida para evitar que su cuerpo lo rechace.
- El bazo. Nuevamente, no compensa el trasplante. Sí la extirpación y los antibióticos post-operatorio.
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