Obesidad: la nueva epidemia que afecta ya al 60% de los europeos

La obesidad es una enfermedad crónica no transmisible de origen multi-factorial que genera múltiples consecuencias para la salud a nivel físico, psicosocial y económico. Es un problema global que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de la obesidad se ha más que duplicado desde 1980. Según sus cifras, en 2022, 2.500 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales más de 890 millones eran obesos. 

En Europa, los datos de la OMS, indican que más del 60% de los adultos europeos padece sobrepeso u obesidad y los mismo ocurre con uno de cada tres niños. Este aumento ha llevado a que la obesidad se considere una epidemia que afecta a personas de todas las edades, géneros y grupos socioeconómicos.

El día 18 de mayo, se celebra el Día Europeo Contra la Obesidad con el fin de desafiar los estereotipos y eliminar el estigma social asociado con la obesidad. La sociedad a menudo tiende a simplificar esta condición como una cuestión de falta de autocontrol, ignorando las complejidades subyacentes. El doctor Alonso Poza, jefe de Servicio del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y miembro de la Unidad de Obesidad del Hospital Ruber Juan Bravo, explica: «En realidad, la obesidad es una enfermedad multifactorial, influenciada por distintos factores genéticos, hormonales, ambientales, de estilo de vida, etc».

Las personas obesas a menudo se enfrentan a discriminación por su aspecto y a burlas, lo que puede tener consecuencias perjudiciales para su salud mental y emocional, tal y como explican en la Clínica Mayo. Además, indican que la obesidad puede disminuir la calidad de vida de las personas que la sufren debido a los problemas relacionados con el peso como pueden ser depresión, discapacidad, vergüenza y culpa, aislamiento social e incluso menor rendimiento en el trabajo.

Además de abordar la estigmatización, es crucial destacar los riesgos para la salud asociados con la obesidad. El Dr. Alfonso Poza explica: «Las personas con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer como son el cáncer de páncreas o de estómago. La obesidad también puede afectar la calidad de vida de los afectados, limitando su movilidad y contribuyendo a problemas articulares».

Prevalencia

Según los datos del último informe sobre obesidad publicado por la Organización Mundial de la Salud, la obesidad es uno de los principales factores de riesgo de muchas enfermedades. Constatan que más del 60% de los adultos europeos padece sobrepeso u obesidad y los mismo ocurre con uno de cada tres niños. Para cambiar la tendencia en Europa, desde esta Institución explican que habría que crear crear entornos más propicios, promover la inversión y la innovación en salud, y desarrollar sistemas de salud fuertes y resilientes.

El informe presenta una serie de intervenciones y opciones de políticas para que los gobiernos europeos aborden la obesidad, enfatizando la urgencia de reconstruir mejor después de la pandemia.

En España, un equipo de investigadores del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha llevado a cabo una investigación que estima la prevalencia en España de la obesidad y el exceso de peso. Sus datos constatan que un tercio de la población infantil y adolescente, tiene exceso de peso, y uno de cada diez menores y adolescentes presenta obesidad. 

En población adulta, algo más de la mitad presenta exceso de peso y casi una de cada cinco personas tiene obesidad. Los resultados de esta investigación señalan que, tanto en población infantil como adulta, el exceso de peso y la obesidad son mayores entre hombres.

Por su parte, el informe Anual del Servicio Nacional de Salud (SNS) 2022 que elabora el Ministerio de Sanidad, certifica que, actualmente, dos de cada diez adultos presenta obesidad y los últimos datos disponibles de la última Encuesta Europea de Salud (EESE), indican que es España la prevalencia de obesidad es del 17% en hombres y del 16 % en mujeres. Además, el sobrepeso o exceso de peso es del 45 % en hombres y del 31 % en mujeres. La prevalencia de obesidad severa alcanza al 8 % de la población adulta (6 % hombres y 9 % mujeres). 

El acceso a una alimentación saludable y a la actividad física desempeña un papel fundamental en la prevención y el tratamiento de la obesidad. Sin embargo, los datos del estudio de AESAN y la Universidad Carlos III demuestran que las barreras económicas y sociales dificultan que algunas personas adopten un estilo de vida más saludable. De hecho, la prevalencia de sobrepeso, obesidad y exceso de peso es mayor en los grupos con un nivel de estudios más bajo y en zonas de menor nivel de renta relativa o en municipios más pequeños. Las disparidades en el acceso a alimentos nutritivos y oportunidades para la actividad física son desafíos que deben abordarse en el SNS.

Cambio de hábitos

El Día Europeo Contra la Obesidad también destaca la importancia de la prevención desde una edad temprana. La educación sobre la nutrición y la promoción de hábitos de vida saludables en las escuelas y las comunidades son pasos cruciales para combatir la obesidad infantil, estableciendo las bases para una vida adulta más saludable y con el peso adecuado.

En este día, es imperativo reflexionar sobre cómo la sociedad puede contribuir a la creación de entornos más inclusivos y saludables. Según el informe del SNS, es fundamental alentar estilos de vida saludables que incluyan una correcta alimentación y la práctica de ejercicio. El estudio indica, por ejemplo, que el consumo de frutas y verduras es insuficiente en dos de cada 10 personas y que cuatro de cada diez personas se declaran sedentarias en su tiempo libre. 

La Academia Española de Nutrición explica que todas las personas pueden modificar y mejorar sus hábitos de vida e incluso lograr transmitirlos a su entorno más próximo y a un nivel más amplio, proponen las siguientes medidas:

• • Poner en marcha programas integrales dirigidos a la infancia y adolescencia que promuevan alimentos saludables, reduzcan la ingesta de alimentos poco saludables y bebidas azucaradas y promuevan la actividad física y eviten los comportamientos sedentarios en niños, niñas y adolescentes.
  • Proporcionar orientación y apoyo para una alimentación, un sueño y unas actividades físicas saludables en la primera infancia, para asegurar que los niños crezcan adecuadamente y desarrollen hábitos saludables.
  • Instaurar programas integrales que favorezcan entornos escolares saludables, conocimientos y habilidades sobre salud y nutrición, y actividad física entre los niños, niñas y adolescentes en edad escolar.
  • Desarrollar servicios de gestión de peso para niños, niñas y jóvenes con obesidad.
  • Promover políticas públicas que regulen los entornos alimentarios en centros escolares así como en establecimientos sanitarios, deportivos y laborales.
  • Reducir la exposición publicitaria de niños, niñas y adolescentes a alimentos y bebidas no saludables.
  • Aplicar políticas fiscales que hagan más accesibles y asequibles los alimentos saludables propios de la dieta mediterránea. Gravar los no saludables para dificultar su compra de alimentos.