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Nuevo tratamiento para el cáncer de próstata de alto riesgo

Un nuevo fármaco, de la familia de los anticuerpos monoclonales, llamado enoblituzumab, ha ofrecido buenos datos de seguridad en pacientes con una forma agresiva de cáncer de próstata y puede inducir una actividad terapéutica contra el cáncer en el organismo. Son los resultados de un estudio en fase II dirigido por investigadores del Centro Kimmel para el Cáncer adscrito a la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos).  Si se confirman los resultados en la siguiente fase de investigación, este podría ser el primer anticuerpo basado en inmunoterapia contra el cáncer de próstata.

En el estudio, 32 varones con cáncer de próstata de alto riesgo o de muy alto
riesgo que iban a someterse a cirugía para el tratamiento de la enfermedad
recibieron tratamiento con enoblituzumab antes del procedimiento. Después, se les observó durante un periodo de 30 meses. De todos ellos, 21 (66%) tenían un nivel de PSA (antígeno prostático específico, una de las pruebas que se realizan en este tipo de cáncer) lo suficientemente bajo para descartar que hubiese enfermedad residual. Además el fármaco fue bien tolerado en general.

Ningún paciente tuvo que retrasar la cirugía ni se presentaron complicaciones durante la intervención o posteriormente. Estos datos se han dado a conocer en la última edición de la revista científica Nature Medicine. Si el medicamento sigue ofreciendo resultados en estudios con más población y a largo plazo, podría representar un nuevo modo de tratar diferentes tipos de cáncer, y el primero de esta clase para el cáncer de próstata, ha aventurado.

Despertar el sistema inmunológico

Eugene Shenderov, catedrático de oncología en la Universidad Johns Hopkins y uno de los directores del proyecto de investigación. Los tratamientos basados en inmunoterapia tienen como objetivo «despertar» la respuesta del sistema inmunológico (defensas) del organismo de los pacientes para que combatan los tumores.

Otras inmunoterapias disponibles están diseñadas para atacar los «puntos de control» inmunes, que algunos divulgadores describen como botones de
encendido y apagado de la respuesta inmunológica. Las células tumorales
suelen evitar estos mecanismos de respuesta que lucharían contra ellos
«apagando» la activación de las células inmunológicas. «Los fármacos que bloquean los puntos de control autoinmunes han tenido éxito en otros tipos de cáncer, incluyendo el de pulmón y el melanoma, pero no en cáncer de
próstata!», ha explicado Shenderov.

Enobliltuzumab se une a una proteína conocida como B7-H3, que está
expresada en exceso en las células del cáncer de próstata y se cree que son
las responsables de desactivar el sistema inmunológico en su ataque a los
tumores. La nueva terapia podría ser una forma de «matar dos pájaros de un tiro», explica en un comunicado la universidad, porque al bloquear B7-H3 el sistema inmunológico puede identificar las células tumorales y eliminarlas, pero además se desencadena un proceso llamado citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos, que hace que el tumor sea destruido por la activación adicional de otras células defensivas como los macrófagos y los «natural killers» (algo así como «asesinos natos»).

Para Shenderov, enoblituzumab está dando señales de ser seguro y capaz de
activar el sistema inmunológico de un modo que implica tanto a las células T como a las mieloides: «Esto significa que si estos resultados se repiten en
estudios más grandes, se abre la posibilidad de combinar esta terapia con
tratamientos locales, como la cirugía de la próstata o la radioterapia, con el
fármaco como agente para eliminar la enfermedad micrometastásica que se
esconde en otras partes del organismo. Así podrían prevenirse gran número de recaídas de la enfermedad, y eso cambiaría nuestro modo de abordar el cáncer de próstata hasta ahora».