La naturaleza nos ofrece los mejores alimentos para combatir la alergia y la astenia primaveral
La primavera es el periodo en que verduras, frutas y legumbres están en su mejor momento
Algunos pescados y carnes también se consumen más en primavera
Consumir alimentos de temporada es beneficioso para la salud, más económico para el consumidor, favorece el comercio de cercanía y ayuda al medio ambiente. El sabor de las frutas y verduras de temporada es más intenso, ya que no se recogen cuando el alimento está verde o cuando madura de manera artificial, sino que se recolectan en su punto óptimo de maduración, conservando así todos sus nutrientes y con la cantidad de azúcar apropiada. Las verduras también mantienen todas sus vitaminas y minerales. Su color, olor, textura y aroma tampoco están alterados.
Al haber sido cultivados de manera natural, cuidamos el medio ambiente, ya que ahorramos en emisiones de CO₂ y apoyamos a los agricultores y a los mercados locales y ecológicos de nuestro entorno. El precio es más económico que cuando están fuera de temporada, según aseguran en el blog especializado Soy de Temporada, que además nos facilita un calendario donde podemos ver de forma rápida qué alimentos corresponden a cada mes del año. Los nutricionistas, en consonancia, también señalan que el consumo de alimentos propios de cada estación es beneficioso porque nos proporcionan, de manera natural, los nutrientes que necesitamos en cada momento del año.
El invierno, por su parte, es la época de los cítricos, que poseen gran cantidad de vitamina C y refuerzan nuestro sistema inmunitario, justamente cuando más lo necesitamos, durante la época de los resfriados. Por otro lado, el verano es la época de la sandía o el melón, dos frutas que contienen gran cantidad de agua y que nos mantienen hidratados durante los meses más calurosos.
Frutas y verduras primaverales
La primavera es el periodo en que verduras, frutas y legumbres están en su mejor momento. Es la estación de las frutas de color rojo como fresas, fresones y frambuesas, ricas en vitamina C y con un alto contenido en agua y fibra. Cuanto más rojas estén, mucho mejor, por lo que, al momento de hacer la compra, es importante recordar estas pautas.
Las frutas de colores amarillos y naranjas son ricas en carotenos, precursor de la vitamina A. Además de tener poder antioxidante, algunas como los nísperos, zanahorias, mandarinas, albaricoques o nectarinas, ayudan a proteger a nuestra piel de los efectos de los rayos del sol.
Entre las legumbres más representativas de la estación se encuentran los guisantes, ricos en fibra dietética, fósforo, vitaminas del grupo B (B1, B3 y ácido fólico) y vitamina C.
«Nada mejor que aprovechar lo que nos brinda la naturaleza para garantizar todos los nutrientes necesarios para nuestro organismo en cada estación del año. En primavera, cuando el cuerpo necesita prepararse para el verano, el campo nos ofrece muchísimas frutas y verduras con grandes cantidades de vitamina C y antioxidantes», explica la dietista-nutricionista, Georgina Hernando.
La naturaleza es sabia, por eso los alimentos propios de la primavera también nos ayudan a prevenir y reducir los síntomas de las alergias y la astenia primaveral gracias a su alto contenido en sustancias con efecto antihistamínico (vitamina C), antioxidante y antiinflamatorio (ácido pantoténico).
Carnes y pescados de primavera
Aunque resulta más desconocido, hay pescados y carnes cuya temporada natural tampoco se alarga todo el año. Ciertos animales tienen una época de reproducción concreta, por lo que sus crías solo estarán disponibles de manera natural durante esa estación.
Si nos fijamos en las tradiciones, podemos intuir las carnes que están de temporada. Por ejemplo, en primavera se suele comer cordero. Tradicionalmente, durante la Pascua se comía el cordero pascual, pues era la carne que estaba disponible. El ciclo de los corderos empieza en el invierno, por lo que para primavera ya habían engordado lo suficiente. Aunque menos comunes en España, el pavo, el ganso y la oca también son carnes habituales de la estación.
Lo mismo ocurre con los pescados. Hay algunos de primavera porque sus ciclos de cría harán que se encuentren de forma más abundante y con un mejor sabor. En este caso, el pescado azul es la estrella de la temporada.
La vicepresidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Euskadi, Ingortze Zubieta, destaca que los pescados azules son los mejores para esta época del año, cuando comienza su ciclo de más consumo. «El pescado azul está incluido en la categoría de alimentos que contienen entre un 18 y un 20% de proteínas de alto valor biológico y más del 5% de grasas abundantes en ácidos grasos poliinsaturados», valora la experta en nutrición.
De esta forma, los mejores pescados para consumir en primavera son la caballa (o verdel), rico en ácidos grasos omega-3, calcio, fósforo y magnesio, aportando también vitamina A (retinol) y otras del grupo B y D (ayuda al organismo a absorber y fijar el calcio en los huesos); el besugo, la anchoa, la merluza, el pulpo o la sardina. También son pescados de primavera el congrio, el bacalao, el arenque, el atún y el bonito, el calamar y la gamba. Entre los moluscos destacan la navaja, el centollo o el mejillón.
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