OkSalud
farmacia hospitalaria

Mónica García impone el uso del cannabis medicinal: para qué pacientes y cómo se podrá conseguir

Expertos en cardiología advierten que, aunque puede ofrecer beneficios terapéuticos, su uso no está exento de riesgos

Este martes, Sanidad ha aprobado el Real Decreto que regula el uso medicinal del cannabis en España. Esta normativa establece un marco legal para la elaboración y prescripción de fórmulas magistrales a base de cannabis, destinadas exclusivamente a pacientes con determinadas patologías graves que no responden a tratamientos convencionales. La medida busca ofrecer una alternativa terapéutica respaldada por evidencia científica, bajo estrictas condiciones de control sanitario y supervisión médica.

Pese al respaldo de la regulación, algunas voces críticas han mostrado su preocupación por la medida impulsada por Mónica García. Expertos en cardiología y medicina interna advierten que, aunque el cannabis medicinal puede ofrecer beneficios terapéuticos, su uso no está exento de riesgos, especialmente en pacientes con problemas cardiovasculares. Señalan que la administración sin un seguimiento adecuado podría afectar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, por lo que insisten en la necesidad de evaluaciones médicas rigurosas y controles continuos antes de indicar estos tratamientos, para minimizar posibles complicaciones. 

Así, los preparados estandarizados de cannabis sólo podrán ser prescritos por médicos especialistas en las patologías autorizadas, como dolor crónico refractario, epilepsia grave o espasticidad asociada a la esclerosis múltiple. Estos tratamientos se elaborarán y dispensarán exclusivamente en servicios de farmacia hospitalaria, garantizando su calidad, seguridad y dosificación adecuada. Además, los preparados deberán estar registrados en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), asegurando su trazabilidad y cumplimiento de las normativas vigentes.

Indicaciones clínicas

La regulación no establece un listado cerrado de indicaciones clínicas, sino que determina que los usos autorizados se fijarán en las monografías que publique la AEMPS en el Formulario Nacional. Estas monografías se publicarán en un plazo de tres meses, permitiendo que la normativa se adapte a la evolución de la evidencia científica y las necesidades clínicas.

Esta aprobación representa un cambio en la integración del cannabis medicinal en el sistema sanitario español, ofreciendo una opción terapéutica adicional para pacientes con enfermedades graves e incapacitantes. Sin embargo, la normativa se limita al uso hospitalario y no incluye el autocultivo ni la venta en farmacias, lo que también ha generado debate sobre el acceso y la equidad en el tratamiento. Se espera que la implementación de esta regulación permita evaluar la eficacia y seguridad de los tratamientos con cannabis medicinal, y que pueda ampliarse en el futuro en función de los resultados obtenidos y la evolución de la evidencia científica.