Misogi, el método japonés para ser más feliz con menos
En las sociedades occidentales solemos rendir una especie de culto a los bienes materiales, y muchas veces olvidamos que estar sanos y acompañados por nuestros seres queridos debería ser suficiente o, al menos, lo más importante. Muchas civilizaciones orientales lo tienen claro desde hace tiempo. Misogi, el método japonés para ser más feliz con menos, es una prueba de ello.
Los nipones, de cuya sabiduría sabemos y hemos probado en los últimos años gracias a la globalización, pueden enseñarnos a cómo disfrutar de las cosas simples de la vida y hasta conformarnos con menos.
Esta técnica demuestra que se puede ser feliz con poco, evitando la acumulación sin sentido de bienes materiales y llevándonos a desarrollar una vida enfocada en el espectro espiritual. ¿Cuáles son las claves del bienestar en los misogis japoneses y cómo aprovecharlos según la adaptación de Marcus Elliot?
Qué es el método misogi: el camino lleno de obstáculos hacia la felicidad plena
Al contrario de lo que algunos creen, el misogi no es una práctica moderna sino que viene desde la mitología japonesa antigua. Algunos de los hechos más significativos se narran en el texto más antiguo de la cultura japonesa, el Kojiki, y tienen como gran protagonista a Izanagi.
La historia cuenta que, tras un fallido intento de rescatar a su amada del inframundo, decide «purificarse» introduciéndose en las heladas aguas de un río cercano. Por supuesto, el relato está cargado de simbología, y le da a Izanagi cualidades sobrenaturales. Se vuelve alguien claro y fuerte, y es un ejemplo de superación personal que sirve de inspiración.
¿En qué consiste El Método Elliot, basado en los misogis?
Más aquí en el tiempo, los misogis fueron tendencia nuevamente por la difusión del Método Elliot. Dicho sistema actualizado, desarrollado por el profesor de Harvard, Marcus Elliot, toma los viejos preceptos de los misogis y los renueva. Su éxito es tal que deportistas de élite como jugadores de la NBA han decidido adoptarlo para afrontar los desafíos propios del deporte de primer nivel.
¿Qué han logrado los profesionales con el Método Elliot? Según explican varios de ellos, han conseguido mejorar su rendimiento. Pero quizás lo más atractivo es que se sienten más felices tras entrenar y los encuentros oficiales. Incluso, suelen incorporarlo en la etapa de pretemporada, que supone el reto más difícil para los deportistas que se preparan para la competición.
Este ritual ancestral pone en jaque las concepciones occidentales del mundo, e invita a romper con el status quo que aprisiona. Solamente de esa manera es posible la liberación de los bienes materiales. ¿El resultado? Ser feliz sólo con haberse esforzado. Independientemente de que las consecuencias de este sacrificio se hayan traducido en dinero, este sistema asegura la felicidad.
¿Cómo te puede ayudar la regla de los misogis de Elliot?
Todo esto suena muy bien pero, ¿cuáles son los pasos que deberías seguir para que la regla de los misogis de Elliot te ayude?
El concepto eje de la regla, según afirma su creador, es que todo aquello que te propongas como meta de futuro tenga menos de un 50% de posibilidades de transformarse en realidad. Es decir, debes apostar por proyectos que parezcan descabellados al principio. Salgan bien o no, según entiende, es en esos momentos en los que realmente crecemos como seres humanos; y no en el confort.
Cada misogi -avance o progreso- debe ser una verdadera prueba. De lo contrario, no habrá crecimiento personal.
- Identifica la comodidad: descubre cuáles son las áreas de tu vida en las que estás cómodo, y qué es lo que te hace sentir así
- Busca objetivos aparentemente fuera de tu alcance: hablar un nuevo idioma, correr una maratón, bajar de peso, lo que sea
- Acepta los pequeños fracasos: el camino no será fácil. Comprende que fallarás pero que eso no afecte tus planes finales
- Sé resiliente: recuperarte de los contratiempos y aprender de los errores es imprescindible para que todo valga la pena
Lo importante es lo que eres, no lo que tienes
Tras algún tiempo con este método, tu conclusión debería ser que lo que tienes está por encima de lo que has acumulado.
Normalmente asociamos los bienes materiales con el triunfo, pero las victorias reales son las que no lucen a los ojos ajenos. Comienza este camino a la verdadera felicidad y abandona la búsqueda de comodidades a la que estamos acostumbrados.
Recomendamos empezar con objetivos no tan complicados, e ir multiplicando los obstáculos con el transcurso de los días.
El método Misogi, o Elliot, alterará para siempre el modo en el que ves todo lo que te rodea. Prestarás atención a los detalles, desatendiendo las cuestiones superfluas para centrarte en las que son indispensables para ser felices.
Tus relaciones serán enriquecedoras, y descubrirás que aún las peores situaciones pueden ser fuente de enseñanza si estás listo para aprender.
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