Métodos anticonceptivos hormonales y no hormonales
Antes de elegir un método adecuado, consulta a tu médico, él te aconsejará sobre los anticonceptivos más adecuados a tus preferencias y necesidades.
En la actualidad existe una gran variedad de anticonceptivos, pero todos ellos se clasifican en dos grandes grupos, los hormonales y los no hormonales. Los hormonales intervienen en la ovulación de la mujer, mientras que los no hormonales no lo hacen, como es el caso del preservativo o el diafragma. Antes de elegir uno de estos métodos para el control de la natalidad, debes tener en cuenta varios factores, pues no todos son adecuados para todas las mujeres.
Anticonceptivos hormonales
Los anticonceptivos hormonales son los que utilizan hormonas para evitar el embarazo. Pueden ser administrados por varias vías, en forma de píldoras anticonceptivas, inyecciones, anillos vaginales, varillas implantables, geles transdérmicos y a través de sistemas intrauterinos.
Estos métodos de anticoncepción se consideran seguros, son recetados por especialistas y actúan en base a diferentes mecanismos. Pueden engrosar el llamado moco cervical para evitar que el esperma llegue hasta el óvulo, interferir con la ovulación o detenerla.
La píldora, el anticonceptivo inyectable, así como los parches, los anillos vaginales y las varillas implantables, son métodos de anticoncepción aprobados en la mayoría de los países, aunque algunos pueden causar efectos secundarios.
Las píldoras de progestina (POP) pueden provocar sangrado entre los períodos menstruales que son normales de la mujer (metrorragia), aunque no se asocia con un riesgo de coágulos sanguíneos. Las píldoras COC no se recomiendan a mujeres mayores de 35 años y que tienen presión arterial alta y que consumen tabaco. Tampoco son aconsejables para quienes tienen en su familia antecedentes de cáncer de endometrio, de mama, de hígado o coágulos sanguíneos.
Anticonceptivos no hormonales
Los anticonceptivos no hormonales son los que previenen la fertilización del óvulo sin interferir en el ciclo menstrual de la mujer. La forma más natural es la planificación, es decir, programar la actividad sexual según el ciclo femenino.
El método no hormonal más utilizado es el anticonceptivo, pues es simple de usar, ofrece una efectividad del 98% y además previene contraer enfermedades de transmisión sexual. También es muy popular el diafragma, un dispositivo que se coloca antes de comenzar la relación sexual y evita la entrada de los espermatozoides, así como el DIU de cobre, un sistema que cada día es menos elegido por ser una opción permanente e invasiva.
Otros métodos de anticoncepción no hormonales son la esponja, la que se coloca en la vagina y absorbe el semen del hombre, y el espermicida vaginal, un producto relativamente nuevo que se aplica en la vagina en forma de spray, espuma o crema. Los expertos recomiendan utilizar juntas estas últimas opciones, o combinar el espermicida con el diafragma.
¿Qué opinas de estos métodos anticonceptivos? ¿Los conocías todos? Si tienes preguntas sobre su conveniencia o su forma de uso, puedes dejar un comentario.
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