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Las maneras de acabar bien un entrenamiento

Uno de los principales errores que cometen las personas que realizan actividad física es que, al final del ejercicio, no hacen aquellos movimientos específicos que permiten una buena recuperación. Igual que antes de iniciar la rutina, es fundamental tomarse unos minutos para el estiramiento. Así son las maneras de acabar bien un entrenamiento.

Básicamente, estirar debe ser la conclusión de cualquier entrenamiento que lleves a cabo, ya sea dentro de casa, saliendo al parque o metiéndote en el gimnasio. Siempre lo último debe ser estirar y es importante que lo aprendas para evitar lesiones.

Las maneras de acabar bien un entrenamiento

Esto tiene que ver con que el entrenamiento cansa los músculos, que en su intento de responder al esfuerzo que se les está requiriendo, se contraen, pudiendo responder sólo así a la exigencia física. Pero al acabar con el entrenamiento, quedan contraídos entre 5 y 20 minutos adicionales. Estirando como explican los profesionales, debes notar tensión, pero ya no más dolor.

¿Cómo estirar correctamente tras entrenar?

Pectorales

Tienes que colocarte cerca de algún muro, dejando una de tus manos sobre éste mientras avanzas directamente en el sentido opuesto, alejando esa mano del resto del cuerpo, para que los músculos pectorales se elonguen todo lo posible. Gira el cuerpo hasta que sientas que ya no puedes más. Obviamente, al acabar debes cambiar de brazo y de pectoral, porque son grupos diferentes.

Espalda

La parte dorsal del cuerpo no es tan fácil de alargar, pero no puedes olvidarte de ella porque cumple un papel fundamental para el equilibrio del cuerpo, más que nada si realizas deporte como la natación.

Debes colocarte de pie, apoyando las manos contra una pared, estirando los brazos alineados a la altura de los hombros, llevando la cadera hacia atrás y encorvando el tronco para “alargarlo”, con los pies firmes en su sitio.

Flexores de cadera

El psoas, el ilíaco, el recto femoral del cuádriceps y el sartorio son los músculos alcanzados por ese movimiento giratorio sobre del eje superior del cuerpo, por ejemplo al practicar tus abdominales laterales.

Para que no se lesionen ni dañen al acabar la rutina, tienes que colocar las manos detrás del cuerpo, acercando rodillas al pecho, hasta sentir que aplastas las manos.

Hombros y brazos

Por supuesto, no podíamos dejar de mencionar los hombros y brazos, que suelen verse involucrados en la mayoría de las rutinas de entrenamiento, ya sea para fortalecer deltoides, bíceps, tríceps, etc.

Puedes así estirar tus bíceps tomando los dedos de una mano con la otra y alejándolos lentamente. También puedes hacerlo en los tríceps cruzando un brazo por delante de tu pecho y presionándolo levemente con el otro para estirar así la parte posterior de esta extremidad.