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Lengua blanca: causas y tratamiento

Una lengua rosada es sinónimo de salud. Cuando empezamos a ver algunos colores como la lengua blanca, amarilla u otros, es cuando puede haber un posible problema. No siempre es algo grave pero conviene prevenir e ir a preguntar al médico para que nos dé un posible diagnóstico a medida.

Cuando está la lengua de color blanco, entonces puede tratarse de varios motivos como una mala higiene o bien una enfermedad dental.

¿Cuáles son las causas de la lengua blanca?

Según Mayo Clinic, la lengua blanca se produce como resultado del crecimiento excesivo y la inflamación de proyecciones similares a dedos (papilas) que se encuentran en la superficie de la lengua.

Ahora bien, la apariencia del revestimiento blanco es causada por desechos, bacterias y células muertas que quedan atrapados entre las papilas agrandadas y, a veces, inflamadas.

Falta de higiene bucal

Es una de las posibles causas, por lo que debemos extremar la higiene lavando los dientes cada vez que comemos, y ello incluye también la higiene exhaustiva de la boca, entre otros.

Candidiasis

La lengua blanca puede que se produzca a raíz de una candidiasis bucal, provocada por el hongo Candida albicans. Algunos síntomas serán la sensación de ardor o un gusto extraño en la boca.

Sequedad

Otros signos, que no provocan gravedad, es tener sequedad de boca. Esto se soluciona con hidratación y bebiendo mucha agua. Es verdad que hay personas que pueden sufrir de este problema de manera algo crónica y debemos buscar una solución en el médico.

Gastritis

Si tienes gases, náuseas o dificultades para comer puedes tener gastritis. En estos casos seguir una dieta específica suele ser la solución, aunque acudir al médico será la mejor opción.

Tratamiento contra la lengua blanca

Será según cada causa, como es la visita al dentista en caso de sequedad constante o de llevar una mala higiene dental para que nos haga un tratamiento específico.

También se aconseja comer verduras y frutas frescas, aumentar nuestras defensas con bacterias buenas que podemos conseguir con la ingesta de diferentes alimentos.

Beber agua y estar hidratado durante el día, dejar de lado algunos malos vicios como el tabaco, que no es nada bueno para nuestra salud en general y menos para nuestra boca.

Y como ya sabemos, a la hora de cepillarte los dientes, no te olvides de la lengua. Usa si lo considera necesario, un cepillo especial para la lengua y lenguajes bucales.