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Glutamato monosódico, ¿un aditivo que debes evitar?

Uno de los componentes más habituales de la comida procesada es el glutamato monosódico. En pleno ojo del huracán, este polémico aditivo presenta efectos negativos que hemos de conocer. Hoy hablaremos de sus peligros para la salud y de los alimentos que lo contienen. ¡Toma nota!

¿Qué es el glutamato?

El glutamato es un aditivo muy utilizado en salsas como la de soja.

Es un aditivo que se utiliza para mejorar el sabor de algunos alimentos procesados como la comida congelada, las salsas o las latas de conserva. También se le denomina GMS, sal china o umami y tiene la «habilidad» de generar una mezcla de dulce, amargo, salado y ácido a los alimentos.

¿Es peligroso para la salud?

El glutamato puede provocar obesidad.

En Estados Unidos se considera como «Generalmente Reconocido como Seguro». Por otro lado, la Unión Europea se le denomina aditivo alimentario aunque muchos estudios señalan problemas y efectos adversos para la salud derivados de su consumo. 

En varios estudios se observó que la ingesta de este aditivo reduce los niveles de leptina, la encargada de promover la sensación de saciedad así como el gasto de calorías por lo tanto, se le atribuye la posibilidad de aumentar el riesgo de sufrir obesidad.

Además, el glutamato puede provocar dolores fuerte de cabeza, migrañas, náuseas, diversas alergias, ataques epilépticos, estados depresivos o problemas cardíacos. También se ha determinado que daña el sistema nervioso y «agota» nuestras neuronas a causa de ser estimuladas artificialmente.

Otro efecto secundario del glutamato son esterilidad femenina. Según la EFSA estableció una Ingesta Diaria Admisible (IDA) de 30 mg por kilo de peso corporal por día para que no sea tóxico.

Alimentos en los que encontramos glutamato

El ketchup y las salchichas suelen contener este aditivo.

Lo podemos encontrar sobre todo en alimentos congelados y procesados: