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Un fármaco consigue rejuvenecer un 25% la vida en ratones

Se esperó a que tuvieran 75 semanas, aproximadamente el equivalente a una persona de 55 años

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La eterna juventud parece cada vez más cercana tras el éxito de un ensayo donde se comprobó que con un fármaco, ratones viejos llegaban a rejuvenecer hasta un 25%. El estudio ha sido llevado a cabo por el equipo de Ciencias Médicas del MRC, el Imperial College de Londres y la Facultad de Medicina Duke-NUS de Singapur. Así, han conseguido, a través de la eliminación de la proteína llamada interleucina-11, frenar el envejecimiento y cuyos niveles aumentan en el cuerpo humano a medida que pasan los años.

Los investigadores han comenzado a realizar, en humanos, ensayos clínicos en fase inicial para saber qué efectos pueden tener sobre enfermedades como la fibrosis pulmonar. El tratamiento, que retrasa el envejecimiento humano, podría mejorar el sistema inmunológico y conseguir superar enfermedades como el cáncer. 

En esta búsqueda contra el envejecimiento se ha llegado a probar que los ratones de laboratorio viven más tiempo cuando se les reduce la cantidad de alimento que consumen, pero hasta ahora, no se había conseguido un resultado tan espectacular como el conseguido con esta proteína. 

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Nature, donde se mostró una esperanza de vida de casi un 25%, dependiendo también del sexo de los ratones.

Al parecer, sin la interleucina-11, mejoran los niveles de inflamación y se cree que activa varios interruptores biológicos que controlan el ritmo del envejecimiento. Los ratones tuvieron que ser modificados genéticamente y se esperó a que tuvieran 75 semanas (aproximadamente el equivalente a una persona de 55 años) para inyectarles el tratamiento y eliminar la interleucina-11.

Una de las consideraciones más relevantes de este trabajo es que sin esta proteína se ha visto como los ratones más viejos que suelen morir de cáncer, tenían bajos niveles de la enfermedad. Además, su estado funcional había mejorado notablemente con mayor masa muscular e incluso, tenían un pelaje más sano.

Los investigadores han resaltado la consecución de datos sólidos que ahora hacen extensiva en pruebas con humanos para saber también qué durabilidad puede tener el tratamiento, entre otros factores. «Creemos que definitivamente hay que analizarlo en humanos porque ya no sólo hay que resaltar el rejuvenecimiento de los ratones, sino que, además, se puede combatir las enfermedades», han señalado en el laboratorio.

Efectos secundarios

Uno de los estudios que se pondrá en marcha es saber si tendrá efectos secundarios en humanos y si los hay, si podrían ser tolerables. Y es que, la interleucina-11, tiene un papel en el cuerpo humano durante las primeras etapas del desarrollo, han recalcado. En principio, lo que parece claro es que la proteína se necesita en los primeros años de vida, pero luego desempeña un papel negativo al impulsar el envejecimiento.

El fármaco, un anticuerpo fabricado que ataca a la interleucina-11, se está probando en pacientes con fibrosis pulmonar. Aquí es donde los pulmones quedan cicatrizados, lo que dificulta la respiración.

«Los resultados son sorprendentes y deberían dar pie a más estudios», afirma Dan Winer, que estudia el papel del sistema inmunológico en el envejecimiento en el Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento en Novato, California.

Un próximo paso importante sería probar los fármacos candidatos a IL-11 en ratones con diversos antecedentes genéticos y en múltiples laboratorios para asegurar que los resultados sean reproducibles, ha asegurado el científico.

Por último, se está trabajando con la metformina y la rapamicina, un medicamento para la diabetes tipo 2, que se toma para evitar el rechazo de un trasplante de órgano. «Esta investigación es un paso importante hacia una mejor comprensión del envejecimiento y hemos demostrado, en ratones, una terapia que potencialmente podría prolongar el envejecimiento saludable», concluyen los investigadores.