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Adiós a IKEA en Madrid: se confirma el cierre y ya hay fecha para el último día

Durante años, IKEA ha probado distintos formatos en España para entender cómo compra el público y qué tipo de tienda funciona mejor en cada zona. No todas las apuestas han salido como la compañía esperaba y, en Madrid, ya se ha confirmado el cierre de la tienda urbana de Las Rozas, que abrió sus puertas en 2021 con la idea de integrarse en la vida del barrio. El anuncio llega después de varios meses de análisis interno y con la sensación de que este concepto no terminó de encajar con el cliente local.

IKEA considera España un terreno de pruebas y lleva años utilizando el mercado para testar ideas que más tarde se puedan exportar a otros países. Dentro de ese plan encaja la tienda de Las Rozas, un proyecto que apostaba por un formato más pequeño y más cercano. La empresa ya reconoce que no ha funcionado como se imaginaba. El cierre se hará efectivo el 28 de febrero de 2026 y, hasta entonces, el establecimiento continuará con actividad normal. Pese al impacto inicial del anuncio, la compañía insiste en que esta decisión no altera su estrategia en España. De hecho, recuerda que sigue abriendo tiendas en distintos puntos del país y que el mercado español es uno de los más dinámicos para el grupo. La experiencia de Las Rozas, explican, les permite ajustar modelos y continuar explorando nuevas posibilidades.

Adiós a IKEA en Madrid: se confirma el cierre

La de Las Rozas era una tienda de IKEA diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la firma sueca. Tenía unos 3.000 metros cuadrados, una selección de productos más acotada y un enfoque pensado para facilitar compras rápidas sin recorrer los pasillos de una gran superficie. En teoría, debía dar servicio a los vecinos del municipio y evitar desplazamientos a otras tiendas más alejadas. Pero la realidad ha sido otra. Los datos internos de la compañía muestran que buena parte de los clientes seguía optando por tiendas como la de Alcorcón, que queda a unos quince minutos en coche.

A esto se sumó el crecimiento de la venta online y el uso cada vez más frecuente de los puntos de recogida. Para quienes compran por internet, estos centros resultan más prácticos y están distribuidos por toda la Comunidad de Madrid. El resultado final fue que la tienda urbana no captó suficiente tráfico y las ventas no acompañaron.

Una decisión puntual dentro de un plan más amplio

Fuentes de IKEA insisten en que el cierre no responde a un replanteamiento general de su presencia en Madrid. Lo describen como un caso puntual, fruto de una prueba que no ha ofrecido los resultados esperados. Al mismo tiempo recuerdan que continúan expandiéndose. En enero abrirá una nueva tienda en Girona y en los últimos meses han estrenado establecimientos en ciudades como Vitoria. España sigue siendo un mercado prioritario para la empresa y uno de los países donde primero se prueban nuevos formatos, como los estudios de planificación o las tiendas urbanas de Goya y Parquesur.

Los empleados serán reubicados

Una de las primeras dudas que surgió tras anunciarse el cierre fue qué ocurriría con los trabajadores. Desde IKEA explican que la plantilla, unas cincuenta personas, pasará a otros centros de la Comunidad de Madrid. La empresa lleva tiempo trabajando con ellos y asegura que su integración en las nuevas tiendas no debería suponer un problema. No está previsto ningún despido. Mientras se organiza esta transición, el establecimiento de Las Rozas seguirá funcionando con normalidad y atendiendo a los clientes como hasta ahora.

La oferta de IKEA en Madrid seguirá siendo amplia

El cierre de Las Rozas no deja a la Comunidad de Madrid con menos opciones. Al contrario, la región sigue teniendo una red muy amplia. Permanecen operativas las tiendas de Alcorcón, Ensanche de Vallecas, Goya, Leganés, Torrejón de Ardoz y San Sebastián de los Reyes. Además, hay puntos de recogida repartidos por zonas céntricas como Chamberí o La Vaguada, una alternativa que muchos clientes usan para recoger pedidos online sin desplazarse demasiado.

Esta estructura responde al objetivo que IKEA repite desde hace años. La empresa quiere que cualquier persona pueda llegar en coche a una tienda en unos treinta minutos. Para eso combina grandes centros con tiendas urbanas y puntos de recogida, un mapa que seguirá ajustándose con el tiempo.

La compañía reconoce que la tienda de Las Rozas les ha servido para entender mejor cómo funciona este tipo de formato en un área como Madrid. Les ha permitido observar patrones de compra, medir el interés real del cliente y saber qué tipo de surtido funciona en espacios reducidos. Entienden el cierre como parte de ese proceso de prueba y error que forma parte de su estrategia global. Aun así, no descartan estudiar nuevas oportunidades en la propia zona o en otras áreas donde este concepto pueda adaptarse mejor.

Una despedida planificada con tiempo

Con la fecha de cierre fijada para febrero de 2026, IKEA dispone de un margen suficiente para hacer una salida ordenada. La tienda seguirá funcionando con normalidad durante todo este periodo y los clientes podrán seguir realizando compras y consultas mientras avanza la reubicación de la plantilla. Cuando el establecimiento eche el cierre, quedará como una prueba más dentro del proceso de innovación que la multinacional mantiene activo en España.