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Eutimia, o cómo alcanzar la estabilidad en el trastorno bipolar

El trastorno bipolar es una grave enfermedad maníaco-depresiva que se caracteriza por unos cambios inusuales en el estado de ánimo del paciente. Este puede pasar de enfrentarse a la vida con una actitud activa y feliz, a sentirse triste, desanimado y sin energía. Sin embargo, aunque parezca un desorden donde los extremos toman el control, también existe una fase de apacible tranquilidad, situada entre esos episodios de distimia e hipertimia.

El primero de estos términos hace referencia a una forma leve, pero crónica, de depresión. Que afecta seriamente al autoestima del paciente, así como a su productividad o capacidad de diversión. Por otro lado, la hipertimia es un trastorno marcado por un exceso de actividad, que suele ir acompañado de cierta euforia, hiperfrenia o exaltación. Así, entre dos estados tan opuestos se encuentra esa sensación de bienestar y relajación conocida como eutimia.

¿En qué consiste la eutimia?

La eutimia puede aparecer después de un episodio maníaco de gran intensidad.

La eutimia es el momento en el que los pacientes bipolares tienen el control total de sus sentimientos y emociones. Una estabilidad que les permite desarrollar plenamente sus facultades mentales y habilidades sociales, sin apenas sentir esa alteración en su estado de ánimo, que viaja rápidamente del optimismo a la desilusión. Es después de esta descompensación, durante el habitual período de convalecencia, cuando la eutimia hace acto de presencia. No obstante, esta suele estar relacionada con el estado emocional previo al último episodio maníaco, cuando el paciente era capaz de realizar con normalidad su rutina diaria.

¿Es posible alcanzar la estabilidad absoluta?

La eutimia depende, en parte, de la eficacia del tratamiento farmacológico del paciente.

Según afirman distintos expertos en la materia, la duración de la eutimia depende mucho de la situación del paciente, así como de la eficacia del tratamiento farmacológico y la psicoeducación a la que esté sometido. A pesar de esta estabilidad, la eutimia no consiste en la recuperación definitiva del individuo, sino en un estado de normalidad. De hecho, las personas que padecen un trastorno bipolar serán mucho más sensibles a las distintas emociones que experimentarán a lo largo de su vida. Un límite algo difuso que los pacientes deberán aprender a identificar y superar.