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Si haces esto en un bar no descartes que el camarero escupa en tu cerveza: «Es la frase del…»

Una frase que puede ser graciosa pero que un camarero puede considerar "frase de cuñado"

¿Has trabajado cara al público alguna vez? ¿Has sido camarero en un bar en alguna ocasión?. Puede que haya sido así, por lo que te habrá pasado que algún cliente, o más de uno, te haya gastado bromas con respecto a lo que pide. De hecho hay una en concreto que suele repetirse. Una frase hecha que suena graciosa, pero que depende de la situación o de las veces que se diga, es posible que provoque que el camarero que te atiende en el bar, tenga ganas incluso de escupirte en la cerveza.

La frase en cuestión no es otra que «Ponme otra cerveza que este vaso tiene un agujero», que seguro que te suena ya que es el típico comentario de bar cuando queremos tomar una cerveza más pero para pedirla tenemos que recurrir a ella como si dijéramos una genialidad, sin darnos cuenta de que para quien lo escucha por enésima vez, hace tiempo que dejó de tener gracia. Y lo peor es que el pobre camarero en cuestión no lo oye una sola vez al día, sino varias veces. Y como prueba, da fe de ello el influencer valenciano Jesús Soriano (@soycomarero), que puso un meme junto a la frase y su mensaje no sólo se ha viralizado sino que además se ha llenado de los comentarios de otros camareros.

La frase de bar que saca de quicio a los camareros

«Ponme otra cerveza que este vaso tiene un agujero». Para los camareros que trabajan en un bar durante horas, lidiando con comandas, prisas, calor y clientes de todo tipo, esta es una frase que muchos califican «de cuñado», porque no les hace gracia y porque además, no es original.

De hecho, tras el tuit viral de @soycomarero, muchos profesionales han contado en redes cómo reaccionan ante ese tipo de bromas. Los hay que se lo toman con humor, pero otros incluso van más allá. de los camareros que ha comentado explica que llegó poner la cerveza pero con cinta americana en la base del vaso. Otro reconocía que si tuviera un euro por cada vez que le han dicho la frase, podría haberse pagado ya unas cuantas vacaciones.

Por otro lado hay que decir, que también algún que otro cliente se ha quejado del trato que dispensan a veces los camareros. Como cuando te sientas en una terraza y tras un buen rato esperando, sale el camarero y te dice cosas «rápido que no tengo todo el día». Son casos y casos, que por suerte no es algo generalizado de parte de ninguno de los dos lados.

Más frases del «manual del cuñao»

Lo cierto es que esa no es la única expresión que repiten los clientes creyendo que están descubriendo la pólvora. Hay un auténtico repertorio de frases «marca España» que circulan por las barras y que los camareros no suelen soportar. Por ejemplo, el clásico «ponme una bicicleta» cuando alguien pide dos copas de vino de Rueda. O el «esto no tiene espuma, ¿me la estás quitando?» que se escucha a menudo con las cañas, como si hubiera una conspiración detrás del servicio.

Son frases que tienen su gracia si uno está al otro lado. Pero para quien lleva oyéndolas todos los días, se convierten en un guion previsible. Y eso sin contar con los clientes que se quejan por nimiedades: que si el vaso tiene una rayita, que si la copa está caliente, que si el hielo se ha derretido. Detalles que, aislados, no molestan. Pero en conjunto, pueden hacer que acabes realmente cansado.

Una profesión con mucha paciencia

La hostelería es un oficio exigente y muchas veces poco reconocido. No sólo implica esfuerzo físico, sino también una enorme carga emocional. Porque no es fácil mantener la sonrisa cuando uno está agotado, ni resulta sencillo gestionar la presión del servicio mientras se navega entre bromas repetidas, críticas injustas y pedidos cambiantes.

Por eso, cuando un camarero deja claro lo que le molesta,  tiene detrás toda una historia de anécdotas acumuladas. Y si de verdad se valora el trabajo ajeno, conviene pensárselo dos veces antes de soltar según qué frases.

Un mensaje con una frase que se hizo viral

La repercusión que ha tenido el post de Jesús Soriano en la red social X (antes llamada Twitter) es buena prueba de que este tipo de comentarios no son casos aislados sino que se repiten en muchos bares. En apenas dos días, el hilo superó las 170.000 visualizaciones. No porque la frase fuera nueva. Justamente lo contrario: porque es tan vieja y repetida, que todo el mundo la ha escuchado o dicho en más de una ocasion

Y Soriano no necesitó añadir opinión. Bastó con recordar la frase para que decenas de camareros contaran sus vivencias y quedara constancia de que es algo que no soportan.