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Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando dejas de beber café: toma nota

El café, esa bebida que muchos consumen a diario y que nos llena de energía para comenzar o aguantar a lo largo del día, ha sido objeto de numerosos debates en torno a sus beneficios y efectos en la salud. Si eres uno de los que se deleitan con el aroma de una taza de café caliente cada mañana, es posible que te hayas preguntado qué sucedería si decidieras dejar de beberlo. Toma nota, porque esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando dejas de beber café.

Lo que pasa a tu cuerpo cuando dejas de beber café

La cafeína es la sustancia activa en el café que nos brinda esa sensación de energía y alerta. Cuando dejas de beber café, estás reduciendo tu consumo de cafeína, lo que puede tener un impacto inicial en tu cuerpo. La falta de cafeína puede provocar síntomas de abstinencia según señala el portal Healthline. , como cefaleas. La cafeína es vasodilatadora, lo que significa que reduce el flujo de sangre al cerebro. Al dejar de consumirla, el flujo sanguíneo al cerebro aumenta, lo que puede resultar en dolores de cabeza.

Adicionalmente, la cafeína actúa inhibiendo los receptores de adenosina, un mensajero químico que nos señala la sensación de fatiga. En ausencia de cafeína, la adenosina puede unirse a estos receptores, lo que podría ocasionar cansancio y problemas para mantener la atención. Por suerte, estos efectos suelen reducirse con el transcurso del tiempo y normalmente desaparecen en aproximadamente una semana.

Cambios positivos a largo plazo

Una vez que superas los efectos iniciales de la abstinencia de cafeína, es posible que notes algunos cambios positivos en tu cuerpo. La calidad del sueño podría mejorar, ya que la cafeína puede afectar el sueño y causar interrupciones en la calidad del descanso. Dejar de consumir café también puede tener un efecto diurético, lo que significa que podrías experimentar una disminución en la frecuencia de las ganas de orinar.

Además, tu capacidad de atención podría mantenerse más constante a lo largo del día en lugar de experimentar picos y caídas. Esto se debe a que tu cuerpo ya no está dependiendo de la cafeína para mantenerse alerta. Sin embargo, es importante destacar que estos cambios positivos pueden variar según la persona y su tolerancia a la cafeína.

La moderación es la clave

Si estás pensando en dejar de beber café, es importante recordar que la moderación es clave. Si bien la cafeína puede tener efectos secundarios desagradables en dosis excesivas, también tiene sus beneficios y puede formar parte de una dieta saludable en cantidades adecuadas. Un estudio realizado por la Clínica Mayo de Estados Unidos sugiere que los adultos no deberían consumir más de cuatro tazas de café al día, lo que equivale aproximadamente a 400 miligramos de cafeína.

En última instancia, la decisión de dejar de beber café o reducir su consumo depende de tus objetivos de salud y preferencias personales. Si decides hacerlo, recuerda que es importante hacerlo de manera gradual para minimizar los efectos de abstinencia y permitir que tu cuerpo se adapte a los cambios.