En el desayuno, después de comer, a media tarde… Siempre es un buen momento para un café, y en cualquiera de sus formas: caliente, con hielo, corto, latte, espresso, frappé… Las opciones son infinitas y con lo delicioso que está, es imposible que sea nocivo, ¿verdad? Solemos pensar que el té es una alternativa mucho más sana, pero lo cierto es que ambos contienen un compuesto que los convierte, en cierta manera, en perjudiciales para nuestra salud si lo ingerimos en altas cantidades, este es la cafeína. La cafeína es un compuesto natural que proporciona al café, té y bebidas refrescantes, un estimulante de energía. Existen muchas opiniones sobre los beneficios y riesgos de ingerirla, algunos informes muestran que la cafeína es dañina para la salud, mientras que otros enaltecen sus beneficios. Hoy en COOLthelifestyle hablamos sobre la cafeína, hasta qué punto es positivo ingerirla diariamente y quién debería, y no tomarla.
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La cafeína, el fármaco más naturalizado
La cafeína forma parte de nuestro día a día. En la mayoría de los adultos, principalmente en forma de café y té.
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Su efecto estimulante es una de las razones más defendidas para su consumo y es lo que ha convertido al café en la bebida más naturalizada. Sin embargo, en cantidades superiores a las que nos recomiendan los expertos, puede ser perjudicial.
Pero primero ¿qué es la cafeína? La cafeína es un compuesto estimulante natural que encontramos en una gran variedad de alimentos y bebidas, incluso en productos procesados.
Tiene gran variedad de beneficios:
- Estimula el sistema nervioso: mejora la actividad y eficacia de las células nerviosas, haciendo que disminuya el cansancio y aumente el estado de alerta y de concentración.
- Rendimiento muscular: excita las contracciones musculares aumentando su rendimiento.
- Disminuye la fatiga: la activación de los músculos que hemos mencionado aumenta la energía del organismo entero.
Pero también tiene algunas desventajas:
- Genera dependencia: si abusamos de la dosis recomendada, el cuerpo se acostumbra a ella y no notaremos su efecto a menos que aumentemos la dosis. Si se consume cafeína de forma habitual, cuando dejamos de hacerlo, aumenta el cansancio y perdemos forma física.
- Sobreexcitación nerviosa: acentúa la unión neuronal, lo que puede desencadenar problemas como insomnio, taquicardias, dolor de cabeza, angustia..
- Alteraciones digestivas: pueden generar molestias, ardor, acidez, diarreas y en algunos casos dolor.
- Riesgo de deshidratación: tiene efecto diurético y potencia la expulsión de líquidos.
¿Cuál es la dosis recomendada?
El mejor momento para consumir alimentos o bebidas con cafeína es antes de los entrenamientos, concretamente entre 45 y 60 minutos antes, que es lo que tarda en alcanzar los niveles máximos de concentración en el cuerpo. Los expertos recomiendan ingerir entre 3 y 6 miligramos por cada peso corporal, lo que se traduciría, generalmente y aproximadamente, en dos tazas de café al día.
La respuesta a la cafeína varía en cada persona y es probable que dependa de dos factores genéticos: el ritmo con el que el hígado metaboliza la cafeína y el grado de sensibilidad del sistema nervioso.
