Antonio Banderas cumple 65 años y nos sigue demostrando que está al pie del cañón. El actor es uno de nuestros embajadores en Hollywood, junto a otras caras como Penélope Cruz o Javier Bardem, aunque su verdadero amor es su Málaga natal. Para él, agosto significa Marbella y gala de Starlite, en la cual sopla las velas cada año. Pero hay otro lugar muy especial para él y es la residencia que con tanto y esmero cariño construyó. Aunque La Gaviota, la mansión en la que residió años, ya no existe, sus ilusiones se han centrado en su nueva casa, a la cual ha bautizado como Mi Calle.
El que ha sido protagonista de grandes títulos del cine como El Zorro, El gato con botas, Evita (con Madonna) o las españolas Dolor y gloria y La piel que habito cuenta con una exitosa carrera y, según varios portales, ha conseguido amasar una fortuna que se acerca a los 50 millones de euros. Aunque el pasado año, por motivos ya conocidos, el actor se vio obligado a derruir la mansión que fue su refugio estival durante tantos años y, ahora, está levantando otra sobre el mismo terreno. Se podría asemejar al resurgir de un fénix.
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‘La Gaviota’: la mansión de Antonio Banderas y Melanie Griffith
Esta casa no sólo vio los años de oro del actor, desde que la adquirió en 1997, sino que sus paredes vivieron su relación con la actriz de Armas de mujer, Melanie Griffith, a la vez que vio crecer a la estrella del cine e hija de esta, Dakota Johnson. Sin embargo, la propiedad estaba inmersa en varios problemas legales que, después de años de batallas judiciales, hicieron que fuera obligada a ser demolida. Como dato curioso, esta casa pertenecía a la mediática Encarna Sánchez.
La construcción respiraba lujo en sus dos plantas y estaba situada en la urbanización de Los Monteros, apenas a 20 minutos de la villa de su compañera de profesión, Eva Longoria. Ubicada en primera línea de playa, el terreno superaba los 1.000 metros cuadrados y su magnitud impresionaba a todo el que la observaba.
‘Mi Calle’, su nueva ilusión
A principios de la primavera, ya podíamos ver cómo los muros del nuevo sueño de Antonio Banderas comenzaban a alzarse. Aunque todavía no se conocen muchos más detalles sobre cómo será su interior, si observamos las propiedades que ha tenido en Nueva York, Los Ángeles e incluso en la campiña inglesa, hay un denominador común: el espacio diáfano. Todo es diáfano, siempre con un toque sostenible y, desde que está con Nicole Kimpel, es verdad que el estilo recargado en la decoración ha salido de su vida. Eso sí, el malagueño es un hombre muy deportista, puesto que lo que seguro no va a faltar es un gimnasio, sauna e incluso nos atreveríamos a decir que un spa.
Entre una y otra, el ático de Málaga
Sus andaduras en Hollywood comenzaron hace muchos años e incluso podríamos afirmar que fue el español que abrió las puertas para que otros probaran suerte, demostrando el talento nacional. Tras su divorcio, Antonio Banderas decidió comprar un ático en este edificio en Málaga, que cuenta con un carácter histórico. Con más de 500 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, Antonio Banderas optó por derribar gran parte de los muros interiores, dejando estancias abiertas y luminosas.
Tal y como se ha comentado en varias entrevistas, en la decoración de este amplio piso abundan los detalles modernos. Allí se mezclan piezas contemporáneas con elementos de arte vanguardista, aportando mucha personalidad a la vivienda. Pero lo que más valor tiene de esta son las vistas. Desde sus ventanales se pueden contemplar algunos de los enclaves más emblemáticos de la ciudad, como la Catedral, la calle Alcazabilla o el Teatro Romano.
