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Escopofobia o el temor a ser observado: causas, síntomas y tratamiento

En el amplio universo de las fobias, es llamativo cómo mientras algunas de ellas van mermando su prevalencia con el paso del tiempo, otras se vuelven cada vez más comunes, afectando a muchísimas personas que ni siquiera saben cómo calificar sus trastornos. La escopofobia es una de ellas.

En este caso, entonces, queremos hablar de la escopofobia, el temor a ser observado como se denomina comúnmente a este cuadro, una debilidad de ciertos seres humanos, que sufren más de lo imaginable cuando alguien más les mira fijamente, o de modo insistente.

Un detalle interesante es que esta fobia se incluye en las fobias sociales, pues la escopofobia suele presentarse en ámbitos en los que quien la padece se halla rodeado de gente, incluso cuando ese hombre o mujer pueda no sufrir la mirada fija ajena en circunstancias de intimidad.

Origen de la escopofobia

De acuerdo a la evidencia científica, el origen de la escopofobia normalmente se relaciona con algún evento traumático de la niñez o juventud del paciente, sobre todo en quienes han pasado por constantes situaciones de bullying o abuso en determinados entornos y que, una vez superados los mismos, lamentablemente arrastran ese comportamiento por defecto.

A eso se le suma que, en un alto porcentaje de las ocasiones, esa persona mirada fijamente cuenta con alguna enfermedad notoria a la vista, o una deformidad, que son -aunque no debieran- las causas de que se pose la mirada en ellas. Así, el rechazo a ese estado es inmediato.

Con el paso del tiempo, la escopofobia puede evolucionar en una problemática de ansiedad severa, produciendo hasta miedo a ser visto u observado por otros individuos, y provocando que el fóbico prefiera encerrarse dentro de su vivienda, abandonando poco a poco el contacto humano.

Los estudios señalan que un 13% de las personas a las que se les ha diagnosticado escopofobia la llevan con ellas toda su vida, aunque curiosamente un 7% de los seres humanos ha pasado, en determinado instante de su existencia, por conflictos similares a éste.

¿Cuáles son los síntomas de la escopofobia?

Los síntomas más frecuentes de la escopofobia son la timidez y la experimentación de sentimientos desagradables, aunque pueden surgir otros como tensiones musculares, balbuceos, temblores en las extremidades, náuseas o vómitos, aceleración del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, etc.

¿Hay tratamiento contra la escopofobia?

Los tratamientos contra la escopofobia se basan en terapias psicológicas que colaboran con el tránsito de la fobia, permitiéndole al paciente adoptar una actitud más relajada en ámbitos sociales. Especialmente la terapia cognitiva de conducta juega un rol preponderante para ayudar al sujeto.