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Cómo empezar a realizar deporte cuando se sufre sobrepeso

Los casos de obesidad y sobrepeso preocupan, y mucho, a los profesionales de la salud. Es un aspecto, que en lugar de reducirse va en aumento en las sociedades del primer mundo. Además, la gente que tiene unos cuantos kilos de más es la más propensa a acabar lesionada. Por eso en este artículo te explicamos cómo empezar a realizar deporte cuando se sufre sobrepeso.

Desde una edad bien temprana hay que insistir en la necesidad de prevenir la obesidad. Llevar una vida sedentaria, unido a unos hábitos concretos, provoca un incremento de enfermedades como hipertensión, colesterol, diabetes o patologías cardiovasculares.

En nuestro entorno más cercano existe la posibilidad de optar por una dieta mediterránea, rica en verdura, fruta y con una proporción adecuada entre los platos de pescado y carne. El aceite de oliva también tiene sitio en este tipo de alimentación en lugar de otros lácteos grasos y procesados como la mantequilla. En cualquier caso, los expertos aprecian una importación de hábitos que invitan a comer alimentos ricos en grasas poliinsaturadas, azúcares y muy calóricos.

Los datos que hay en España también resultan preocupantes. Casi uno de cada cinco adultos padecen de sobrepeso y la misma cantidad de niños presenta obesidad. Para evitar este problema en los menores, la mejor solución pasa por incorporar el ejercicio físico a la rutina, un hábito que quizás resulte más complicado en los mayores debido a la falta de tiempo y problemas de salud. En algunos casos, los complejos también impiden a muchas personas acudir al gimnasio o enfundarse la ropa de deporte por miedo al qué dirán.

Para empezar a realizar ejercicio físico, en primer lugar hay que levantarse del sofá y abandonar el hábito de pasar horas delante de la televisión o el ordenador. Empezaremos a acudir al puesto de trabajo o a la compra caminando, mientras que nos olvidaremos del ascensor y optaremos por subir las escaleras. Realizar las tareas del hogar también nos ayudarán en nuestro objetivo. Al fregar el suelo de casa estaremos quemando unas 600 calorías.

De manera progresiva se debe disminuir el consumo de calorías, al tiempo que se incrementa la quema de grasa con la actividad deportiva. Es importante, además, controlar semanalmente el peso para comprobar los progresos, pero tampoco sin obsesionarse en exceso.

El ejercicio que incorporemos a nuestra vida nunca debe ser forzado. Debemos hacer algo que nos resulte agradable y no tomárselo como algo obligatorio. Una buena opción pasa por empezar a caminar, acudir al gimnasio o jugar al pádel con los amigos. Lo importante es encontrar una disciplina que nos resulte interesante y acaba enganchándonos.

Sin embargo, ocurre con bastante frecuencia que muchas de las personas con sobrepeso se lancen a practicar deporte sin control e intentando encontrar resultados en muy poco tiempo. Lo único que consiguen es dañar las articulaciones, como la rodilla, tobillos y caderas. No hay que olvidar que el cuerpo sufrirá en exceso debido a esos kilos de más. En cualquier caso, lo importante es ser regular y constante en los esfuerzos.