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Manos

Los ejercicios que te pueden ayudar a hacer frente al hormigueo en las manos

Si alguna vez sientes una especie de cosquilleo en tus extremidades, no debes preocuparte ya que es un problema bastante común. Ahora bien, si la situación se repite con cierta regularidad, no sólo deberías hacer ejercicios para el hormigueo en las manos sino además ir al médico. Se trata de un problema que puede ser independiente pero también ser el síntoma de otros.

Esta sensación tan molesta podría ser un aviso que nos da el cuerpo de que algo no anda bien, y deberías visitar a un experto especializado en este tipo de enfermedades para que te haga los estudios correspondientes y descarte las principales patologías. Detectar a tiempo algunas de las afecciones que tienen estos síntomas hará que los tratamientos resulten muchísimo más efectivos.

¿Qué ejercicios puedes hacer para el hormigueo en las manos?

Estiramiento de dedos

Ésta actividad simple la recomendamos tanto para aquellos que notan el cosquilleo como para quienes trabajan con PC y teclado. Siempre que pases varias horas al día expuesto a una pantalla y escribiendo de esta forma, deberías estirar uno a uno los dedos de las manos. Puedes hacerlo sobre una superficie plana o en el aire, estirándolos con la otra mano.

Movimiento de muñecas

La mala circulación podría ser una de las causas de este hormigueo, así que procura realizar leves movimientos de muñecas para facilitar que el flujo sanguíneo se desplace por esa zona del cuerpo. Mueve desde dentro hacia afuera y desde fuera hacia adentro, alternando la rotación de las muñecas. Si quieres puedes ayudar una mano con la otra ejerciendo resistencia para que gane fuerza.

Apertura de palmas

Muchas veces olvidadas, las palmas son indispensables en el día a día. Estirando tus dedos, deberías expandirlas lentamente, Cuando alcanzan su mayor extensión posible debes dejarlas quietas unos segundos, aguantando el suave dolor que percibes.

Estiramientos de antebrazo

Seguimos avanzando con la anatomía y tocar detenerse en los antebrazos. Podrías llegar a creer que no tienen nada que ver con tus manos, y ese es un error muy común. No obstante, el flujo sanguíneo pasa por los antebrazos antes que por las manos, y deberías favorecer la circulación en la zona.

Pon un antebrazo sobre la mesa, con la muñeca ya fuera de la misma y la palma hacia abajo. Debes dejar caer la mano y luego levantarla haciendo fuerza con el antebrazo. Cuanto más subes la mano más fuerza haces.

Relajación de los brazos

Por último, en la medida de lo posible deberías relajar tus brazos. La tensión de la rutina hace que los músculos se contraigan, y si nunca cortas con tus obligaciones permanecerán así por largas horas. Deja un segundo lo que estás haciendo y relaja tus brazos.