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Descubrimiento inaudito: científicos consiguen revertir el envejecimiento cerebral en ratones

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El envejecimiento cerebral es uno de los fenómenos más estudiados por la ciencia moderna, especialmente por su relación con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) ha identificado la proteína FTL1, un componente molecular clave en este proceso. Este hallazgo podrían marcar un antes y un después en la comprensión del deterioro cognitivo y en el desarrollo de terapias para revertirlo.

El hipocampo, la región del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje, es especialmente sensible al paso del tiempo. «Estamos realmente ante una reversión de las deficiencias», afirma Saul Villeda, director asociado del Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento Bakar de la UCSF y autor principal del artículo publicado en Nature Aging. Y añade: «es mucho más que simplemente retrasar o prevenir los síntomas».

Hallan la proteína que acelera el envejecimiento del cerebro

Con la edad, el hipocampo sufre una serie cambios estructurales y funcionales: se reduce en tamaño, las neuronas pierden ramificaciones, y la regeneración celular disminuye significativamente. Esto se traduce en dificultades para recordar información, consolidar experiencias y aprender cosas nuevas. Según el estudio, la proteína FTL1 está directamente relacionada con estos cambios.

«Los ratones de más edad presentaban niveles más altos de FTL1, junto con una reducción en las conexiones entre las neuronas del hipocampo y un deterioro general en sus capacidades cognitivas», explican los autores del estudio. Este hallazgo sugiere que FTL1 tiene un papel relevante en el proceso de deterioro neuronal.

Lo sorprendente de la investigación es que cuando los científicos aumentaron artificialmente la cantidad de FTL1 en ratones jóvenes, los animales empezaron a mostrar características típicas de cerebros envejecidos, tanto en la estructura neuronal como en su comportamiento.

Experimentos en laboratorio: neuronas en placas de Petri

Para entender mejor el efecto de FTL1, los investigadores realizaron experimentos con neuronas en placas de Petri. «Las neuronas modificadas para producir grandes cantidades de FTL1 desarrollaban neuritas de un solo brazo (prolongaciones simples y poco ramificadas), en contraste con las complejas redes neuronales que creaban las células normales», señalan los autores.

Lo más llamativo de la investigación fue que los ratones «recuperaron su juventud». según indica la nota de prensa del estudio. Las neuronas comenzaron a recuperar conexiones perdidas, y los animales mostraron mejoras en pruebas de memoria que simulan habilidades de aprendizaje y orientación espacial.

Impacto en el metabolismo celular

Además de afectar la estructura de las neuronas, la proteína FTL1 también influye en la actividad metabólica de las células del hipocampo. Los científicos observaron que, en ratones viejos, FTL1 ralentizaba el metabolismo celular, dificultando aún más la regeneración y el mantenimiento de las conexiones neuronales. Sin embargo, al tratar estas células con un compuesto que estimula la actividad metabólica, se pudieron evitar los efectos negativos de la proteína.

La biología del envejecimiento

El estudio de FTL1 se enmarca dentro de la biología del envejecimiento, un área de investigación que ha cobrado especial relevancia en los últimos años. «Estamos viendo más oportunidades para aliviar las peores consecuencias de la vejez», señala Saul Villeda, director asociado del Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento Bakar de la UCSF.

Los resultados del estudio también ofrecen pistas sobre posibles terapias para enfermedades neurodegenerativas en humanos. La reversión del deterioro cerebral en ratones sugiere que, si se logra una regulación controlada de FTL1, podrían restaurarse parcialmente las capacidades cognitivas en pacientes afectados por Alzheimer y otras formas de demencia.

El hallazgo también abre la puerta al desarrollo de terapias innovadoras para restaurar funciones perdidas. Como afirma Saul Villeda, «es un momento esperanzador para trabajar en la biología del envejecimiento». La combinación de reducción de la proteína con la estimulación metabólica de las neuronas podría convertirse en la base de terapias capaces de tratar no solo el envejecimiento normal del cerebro, sino también enfermedades graves como el Alzheimer.

La investigación sobre esta proteína y su impacto en la plasticidad neuronal podría transformar la forma en que concebimos el envejecimiento cerebral, ofreciendo un horizonte más optimista para millones de personas afectadas por el deterioro cognitivo.

En resumen, la FTL1  se ha identificado como un factor central en el deterioro de las neuronas del hipocampo, crucial para la memoria y el aprendizaje. Los estudios en ratones viejos muestran que, mediante intervenciones específicas, la estructura neuronal puede recuperarse y restablecer conexiones que se habían perdido con la edad. La posibilidad de modular estos mecanismos ofrece un enfoque integral para restaurar funciones cognitivas, algo que hasta ahora se consideraba casi imposible.

El estudio de FTL1 no solo amplía e conocimiento sobre los mecanismos del envejecimiento cerebral, sino que también ofrece un horizonte prometedor para futuras intervenciones terapéuticas tratar el envejecimiento cerebral y las enfermedades neurodegenerativas. Los hallazgos en ratones muestran que es posible recuperar la juventud del cerebro mediante manipulación molecular y estímulo metabólico.