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Dra. Pilar García: «Hemos conseguido que el derecho al olvido oncológico prohíba la discriminación»

"El derecho al olvido oncológico va a permitir a la persona curada de un cáncer la reposición de su derecho a obtener un crédito"

"Esta situación se calcula que afecta a unos 2,2 millones de pacientes de cáncer que podrán acceder en condiciones igualitarios a servicios como seguros de vida, de salud o hipotecas"

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La Dra. Pilar García Alfonso es jefe de Sección del Servicio de Oncología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y de la Unidad de Tumores Digestivos. Además, es la responsable de Patología Colorrectal del Servicio de Oncología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Profesora Asociada del Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, es responsable de áreas de investigación como tumores digestivos o colorrectales. Es miembro de la Comisión Permanente de la Fundación ECO. 

El Real Decreto-ley 5/2023, de 28 de junio, ha introducido en su artículo 209 el derecho al olvido oncológico, donde las personas que hayan superado un cáncer no estén obligadas a declarar su situación a la hora de contratar seguros de vida.  Así, con esta nueva regulación se añade ahora que el tomador de un seguro sobre la vida no está obligado a declarar si él o el asegurado han padecido cáncer una vez hayan transcurrido cinco años desde la finalización del tratamiento.

La nueva regulación indica que el tomador no está obligado a realizar esta declaración, por lo que, el asegurador, aun conociendo el historial médico oncológico, no podrá considerar la existencia de esos antecedentes a efectos de la contratación del seguro, quedando prohibida toda discriminación.

La Dra. Pilar García Alfonso, nos hablará en esta entrevista de OKSALUD, de un derecho por el que llevan trabajando años los pacientes y diversos colectivos. Un paso fundamental para evitar una discriminación, injusta.

Pregunta. ¿Qué supondrá en la práctica el derecho al olvido oncológico para los pacientes y a cuántos estima que puede afectar en nuestro país?

Respuesta. -El derecho al olvido oncológico va a permitir a la persona curada de un cáncer la reposición de su derecho a obtener un crédito o a contratar cualquier producto financiero con la importancia que, como todos sabemos, tienen estos productos financieros en la economía personal y familiar. Desde la Fundación ECO, aplaudimos esta ley, por la que el paciente puede acceder a este olvido oncológico transcurridos 5 años desde finalizar el tratamiento, siempre y cuando no se haya producido recaída de la enfermedad. Esta ley restituye el derecho financiero de un paciente, que ha estado abolido, probablemente debido al prejuicio de considerar al cáncer como una enfermedad incurable.  En definitiva, ya no habrá discriminación a la hora de acceder a un crédito, a un servicio o solicitar un seguro asociado a una hipoteca.

Esta situación se calcula que afecta a unos 2,2 millones de pacientes de cáncer que podrán acceder en condiciones igualitarios a servicios como seguros de vida, de salud o hipotecas. Entre ellos, puede haber 1,6 millones de personas que son largos supervivientes, de los que el 30% o el 40% pueden estar en edad laboral, según la Asociación Española contra el Cáncer.

P. ¿Qué valoración hace de esta medida: la considera suficientemente ambiciosa o se podría mejorar en algún aspecto?

R.- La medida me parece muy positiva para los pacientes, quienes ya no sufrirán discriminación a la hora de acceder a un crédito, a un servicio o solicitar un seguro asociado a una hipoteca No obstante, esta medida debe completarse con otras referentes a las necesidades financieras de los pacientes después del tratamiento oncológico. También tienen que mejorarse las medidas de apoyo en ese ámbito. Hay que tener en cuenta que los pacientes pueden enfrentar desafíos económicos significativos después de finalizar el tratamiento del cáncer. Los gastos médicos acumulados, la pérdida de ingresos debido a la ausencia laboral durante el tratamiento y los efectos a largo plazo en la capacidad laboral pueden afectar la estabilidad financiera de los pacientes.

Por ello, tener acceso a productos financieros como hipotecas puede ser importante para su bienestar a largo plazo.

P.- ¿Tenía sentido, siguiendo un criterio médico, limitar el acceso a hipotecas, préstamos bancarios o seguros?

R.- La mayoría de las recaídas en los tumores tratados se producen en los primeros 2 o 3 años, de forma que a partir de los 5 años son excepcionales. Por lo tanto, sacrificar la recuperación económica de un paciente oncológico 5 años después del tratamiento es una medida injusta basada probablemente en el prejuicio de considerar al cáncer como una enfermedad incurable.

P. ¿Cómo puede influir en los pacientes el derecho al olvido desde el punto de vista de la psicooncología, una subespecialidad que cobra cada vez mayor relevancia?

R.-Además de las repercusiones financieras, desde el punto de vista de la psicooncología es muy importante el respeto a la privacidad y la gestión de la información personal de los pacientes con cáncer.

Los pacientes tienen derecho a mantener el control sobre su propia información personal, incluidos los detalles de su diagnóstico y tratamiento. Esto es esencial para respetar su autonomía y preservar su confidencialidad. La ley del olvido oncológico ayudará al paciente a recuperar el control sobre su autonomía y su privacidad.

P. ¿La aprobación del derecho al olvido oncológico supone un paso más en la desestigmatización social del cáncer como enfermedad?

R.-Por supuesto. Es un paso muy importante en la desestigmatización social del cáncer, aunque queda mucho por hacer. Hay que trabajar en el ámbito laboral y educativo. Hay que facilitar la reincorporación al puesto de trabajo y evitar problemas para promocionar, un ejemplo más de los prejuicios que sufren los supervivientes del cáncer. En este sentido, la concienciación sobre el cáncer y las experiencias de los supervivientes puede ayudar a combatir los estigmas asociados.