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Dónde estará prohibido fumar: éstas son las nuevas áreas públicas perseguidas por Bruselas

Europa ha subrayado la importancia de avanzar hacia el objetivo de una "generación sin tabaco" para 2040

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La Comisión Europea ha instalado este martes a los Estados miembros para ampliar las restricciones sobre el consumo de tabaco en zonas al aire libre donde los no fumadores, en particular los más vulnerables como niños y jóvenes, están más expuestos. Espacios como terrazas de bares y restaurantes, parques infantiles, piscinas o paradas de transporte público están en el foco de esta propuesta, que también sugiere extender la prohibición al uso de cigarrillos electrónicos, independientemente de si contengan nicotina o no.

Stella Kyriakides, comisaria de Salud, destacó que en una «Unión Europea de la Salud» es fundamental proteger a los ciudadanos de los efectos nocivos del humo y los aerosoles. La funcionaria subrayó la importancia de avanzar hacia el objetivo de una «generación sin tabaco» para 2040.

Aunque la recomendación no tiene carácter obligatorio, Bruselas aliena a los gobiernos nacionales a incluirla en sus políticas sanitarias, adaptándola a las particularidades de cada país. Entre los espacios donde se considera crucial aplicar de protección están las áreas recreativas al aire libre, especialmente aquellas frecuentadas por menores, como parques infantiles, zoológicos y parques de atracciones.

Además, la Comisión Europea ha señalado otros lugares como balcones, azoteas y patios adyacentes a establecimientos, así como las zonas semicubiertas de transporte público, como paradas de autobús y estaciones de tren o tranvía, donde también se debería implementar la prohibición.

Para apoyar la aplicación de estas recomendaciones, la Comisión se ha comprometido a destinar fondos comunitarios, con una partida de 16 millones de euros para programas de salud y 80 millones más del programa Horizonte, enfocados en el control del tabaco y productos de

Asimismo, Bruselas planea lanzar iniciativas complementarias que respalden a los Estados miembros en la creación de estrategias de prevención dirigidas a niños y jóvenes, prestando especial atención a la relación entre la salud física y mental. El desarrollo de estas políticas dependerá de la nueva Comisión Europea que tomará posesión en otoño.

Según datos de la Comisión, cada año unas 700.000 personas mueren en la Unión Europea por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, incluidas millas de víctimas

Enfermedades

Cáncer de pulmón, EPOC o enfermedades cardiovasculares. Son sólo algunas de las enfermedades que tienen como causa el tabaco, que se ha convertido en la principal causa aislada de morbilidad y de mortalidad prematura evitable en España, según las estadísticas. Sin embargo, en nuestro país hay más de 8 millones de fumadores, una cifra que ha ido creciendo en los últimos años.

No sólo ha aumentado la cifra de personas que fuman, sino que ha ido disminuyendo el número de exfumadores y la percepción del riesgo que el tabaco tiene en la salud. Así lo ha demostrado la última encuesta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Una percepción errónea, incluida entre las personas que ya han dejado el tabaco.

Al dejar de fumar, el riesgo de tener un cáncer de pulmón comienza a disminuir enseguida, pero tarda muchos años en desaparecer, si es que desaparece del todo, advierte el Dr. Javier Zulueta, director del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra. «Hay que recordar que hoy en día por pura estadística hay más cánceres diagnosticados en exfumadores que en fumadores activos, porque hay más exfumadores que fumadores», añade el especialista.

Pese a que todavía se está estudiando, y se desconoce al ritmo que desciende el riesgo, ya hay indicios que demuestran que, incluso 20 años después, el que ha fumado todavía tiene algo más de riesgo para desarrollar cáncer que aquel que no lo ha hecho. ¿Qué influye para que persista a lo largo de los años?

La edad en la que se deja de fumar «parece ser» el factor más importante a la hora de disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. «Si se deja de fumar antes de los 35 años o hasta los 35, por mucho que se fume previamente, el riesgo es mucho menor que si uno deja de fumar a partir de los 40 o 45 años de edad. Es decir, cuanto más tarde se deje de fumar, mayor es el riesgo», apunta el Dr. Zulueta. «No obstante, esto no quiere decir que no sea beneficioso dejar de fumar más allá de los 35 años de edad».

Pero cuándo se deja de fumar no es el único factor a tener en cuenta. Las mujeres tienen más riesgo que los hombres y la presencia de otras dolencias también influyen. «En ensayos de la Clínica, se ha demostrado que quien tiene enfisema de pulmón, detectable en un TAC de cribado, tiene tres veces más riesgo de tener un cáncer de pulmón que los que hayan fumado lo mismo, pero que no tengan enfisema», reconoce.