OkSalud
Trastorno

Dislexia: razones y síntomas

Cuando hablamos de dislexia nos referimos a un trastorno del aprendizaje de la lectura y la escritura.

Cuando hablamos de dislexia nos referimos a un trastorno del aprendizaje de la lectura y la escritura. Suele presentarse en los niños, de manera que puede detectarse a edades tempranas, pero también puede presentarse en la edad adulta.

Hay que señalar que los niños que tienen este problema suelen ser inteligentes, de manera que es un problema que solo afecta a la lectura y la escritura pero no al tema intelectual, pues debe separarse de algo físico y mental.

Qué síntomas engloba la dislexia

Podemos ver que nuestro hijo es disléxico de forma bastante fácil según las diferentes etapas de la vida. Clínica Mayo establece una serie de distinciones, según la edad del niño.

Antes de la escuela: los niños suelen tardar en empezar a hablar y los padres se preocupan. Por ejemplo, tienen problemas para formar palabras adecuadamente, y hasta dificultad para aprender canciones infantiles.

Durante la escuela, el nivel de lectura es inferior, pero hay muchos otros problemas: dificultad para encontrar la palabra correcta, incapacidad para pronunciar una palabra desconocida. Mientras que cuando ya tienen más edad o son adultos, los signos de la dislexia en adolescentes y adultos son similares a los de los niños, pero se unen otros como problemas algo mayores y que se basan en comprender bromas o expresiones que pueden no ser fáciles de entender, dificultad para resumir una historia, dificultad para memorizar, etc.

Causas comunes de la dislexia

Encontramos diversas causas, desde las neurológicas, según una pequeña disfunción cerebral; a temas emotivos que hace que el problema suela ser mayor. Por otro lado, otra causa de la dislexia es la asociativa o la dificultad para asociar una palabra con un sonido y con su significado. Mientras que las metodológicas surgen porque no hay una buena conciencia fonemática de parte del niño.

Ante cualquier síntoma que veamos o detectemos desde que el niño es pequeño, entonces es mejor acudir al médico, aunque el pediatra lo suele detectar de inmediato y se puede poner remedio a medida que pasan los años.