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Las diferencias entre el pescado azul y el blanco

Los profesionales de la nutrición aconsejan consumir al menos dos raciones de pescado a la semana. Como ya sabrás existen dos grupos bien diferenciados: el pescado blanco y el pescado azul.  Cualquiera de ellos resultará beneficioso para nuestra salud, pero antes de decantarte por uno u otro es preciso que conozcas las diferencias entre el pescado azul y el blanco.

Contenido en grasa

El contenido de grasa es el principal aspecto que les diferencia. Mientras que los blancos no llegan al 5% en su composición, el azul cuenta con algo más del 6%. Obviamente las grasas que encontrarás en cualquiera de estos pescados son de gran calidad, las que se consideran ácidos grasos insaturados, entre las que está el omega 3, que es una grasa que nuestro cuerpo no es capaz de producir y que sólo se consigue a través de los alimentos.

El pescado azul cuenta con más cantidad de grasas buenas y su consumo se vincula a un menor riesgo cardiovascular. Esto también implica que las calorías sean más elevadas respecto al pescado blanco.  Por cada 100 gramos de atún o salmón encontramos casi 200 Kcal, mientras que la merluza no llega a los 100 Kcal.

Diferencias en vitaminas, proteínas y minerales

Además de las grasas hay otros aspectos que también les diferencian, como son las distintas proporciones de vitaminas, minerales y proteínas. En todos los pescados encontrarás proteínas de gran calidad, calcio, potasio, fósforo, vitamina D y vitaminas del complejo B, pero en el caso de los azules hay una mayor proporción de las vitaminas liposolubles. Esto se traduce en más cantidad de vitamina A, vitamina D y E.

En lo que se refiere a proteínas, el pescado azul llega a alcanzar el 22%, cuando el blanco ronda entre el 11 y el 18%. Esta mayor proporción de proteínas unido al componente graso hace que el aporte calórico sea mayor. Se puede decir que aunque los dos tipos de pescados son fuentes de vitaminas, vitaminas y proteínas, el azul se presenta más concentrado en cuanto a nutrientes, siendo esenciales para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo.

¿Cuál elegir?

Entre los pescados blancos se encuentran los lenguados, el besugo, la merluza, gallos, etc, mientras que los azules son las sardinas, caballa, salmón, atún o arenque. Es posible que en alguna ocasión te preguntes sobre cuál es mejor de los dos. En nuestra dieta debemos incluir a ambos. En la variedad está el gusto y también los beneficios de este tipo de alimentos.

Gracias a ello conseguiremos una mayor diversidad de nutrientes, se reducirán las posibilidades de caer en excesos y evitaremos el consumo de sustancias toxicas que por ejemplo suelen estar presentes entre los pescados azules de un tamaño superior.

En definitiva se trata de comer variado e incluir el pescado en nuestra dieta. Lo normal es que en nuestra mesa haya al menos dos o tres raciones semanales, procurando que una de ellas sea de pescado azul. Aunque tengan más calorías también cuentan con otros aspectos beneficiosos para nuestra salud. Cualquier tipo de pescado debe estar siempre presente en la mesa.