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Qué hacer cuando no puedes dormir

¿Cansado de dar vueltas en la cama una noche tras otra? Esta escena se repite con demasiada frecuencia en muchos hogares españoles. Es posible que estés pensando en algo que te preocupa en exceso o en cualquier asunto. En esta ocasión te explicamos qué hacer cuando no puedes dormir.

En primer lugar te proponemos que intentes eliminar de tu cabeza cualquier pensamiento agobiante o estresante. Será como quitarse un gran peso de encima. Puedes imaginarte una escena relajante que ayude a conciliar el sueño. Una buena opción puede ser verse en una playa desierta, tumbado sobre una hamaca y disfrutando del sonido de las olas del mar.

Otros sonidos que ayudan a dormir pueden ser los de la brisa entre las hojas o el aire suave en nuestra cara. Procura concentrarte durante unos minutos en esta escena.

En el caso de que esto no funcione y sigas despierto, puedes optar por levantarte de la cama. Realiza algo que te resulte relajante y que te pueda adormecer. Una buena opción puede ser jugar a un juego repetitivo o leer un libro aburrido. Intenta mantener en todo momento una luz muy suave, para volver a la cama después de media hora.

Para favorecer la conciliación del sueño es preciso que no dependamos tanto de los aparatos tecnológicos como los ordenadores, móviles, tabletas o televisores. Estos dispositivos electrónicos emiten tal cantidad de luz que pueden llegar a confundir a nuestra mente. Más que ayudarnos a dormir, consiguen desvelarnos. Cualquier cosa que realices con ellos, ya sea mandar un mensaje, disfrutar de un juego o curiosear las redes sociales puede penalizar tu descanso.

Cuando no puedes dormir bien de noche puede ser una estupenda alternativa lo de levantarse de noche, pero tampoco es cuestión de que se repita un día tras otro. Más bien habría que ejercitar al cuerpo para que baje de revoluciones y llegue a la hora de dormir mucho más relajado. Es lo que se conoce como higiene del sueño. Entre otras cosas se contempla realizar una cena ligera al menos dos horas antes de acostarse, realizar unos ejercicios de yoga y dejar de utilizar los dispositivos electrónicos con una antelación de dos horas.

También es importante que intentes acostarte todos los días a la misma hora, dormir en una cama cómoda y con una temperatura correcta, y lo hagas a oscuras. También hay que rechazar los productos estimulantes o con cafeína, entre los que se encuentran el café, refrescos o té.

Es importante que lleguemos a la cama lo suficientemente cansados. Por eso mucha gente que practica deporte ha conseguido mejorar en este apartado. Tampoco se recomienda echar una siesta por encima de los 20 minutos.