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Cuándo engorda más la fruta

En más de una ocasión habrás escuchado que la fruta es mejor consumirla antes de las comidas y nunca después, ya que de esta manera se engorda más y se provocan una serie de problemas estomacales a la hora de realizar la digestión. Esta creencia no se sustenta sobre ninguna base científica, sobre todo porque las calorías de la fruta serán iguales a cualquier hora del día. Hoy te explicamos cuándo engorda más la fruta.

Cinco piezas diarias

Es aconsejable introducir en nuestra dieta diaria al menos cinco piezas de fruta. El momento de consumirlas no influye para nada en el aporte de beneficios para el organismo. Son productos totalmente sanos que encajan en cualquier momento de la jornada.

Quienes defienden la teoría de que comer fruta después de la comida es malo alegan que se quedan en la parte superior del estómago y acaban fermentando provocando una serie de molestias durante la digestión. Sin embargo deberían saber que todo se mezcla a la vez y los jugos gástricos no diferencian a la hora de digerir. Cualquier persona que no arrastre ningún problema de salud grave podría tomarse una naranja, una manzana, un pera o cualquier modalidad de fruta cuando lo desee sin que le vaya a sentar mal.

Antes de las comidas

Cuando se aconseja ingerir las frutas antes de la hora de comer es porque de esta manera calmamos la sensación de apetito, que es algo muy normal cuando se acerca el almuerzo o la cena. De esta manera nos garantizamos que no vamos a atacar el plato con tanta ansiedad.

Se trata de una buena solución para aquellas personas que permanezcan a dieta y que pretendan perder los kilos de más con un método más que saludable.

Las raciones recomendadas

Entre frutas y verduras se aconseja ingerir a diario cinco piezas. Como mínimo son tres raciones de fruta, que equivale a unos 150 gramos. En esta época del año tienes la posibilidad de disfrutar de una serie de ellas como son el melocotón, la nectarina, la piña, el melón o la sandía. Aunque algunas se pueden comprar durante todo el año, es ahora cuando más podrías disfrutar de su sabor.

La fruta nunca debería utilizarse como un sustituto de las comidas principales, sobre todo porque no nos aportarán los nutrientes necesarios para afrontar la jornada con fuerzas. Puede que después de unos cuantos días de excesos sí que puedas optar por esta solución, pero no lo conviertas como algo rutinario. Está claro que puede ser una buena solución para las meriendas y comidas que se hagan a media mañana para quitarnos el apetito.

Gracias a esta serie de alimentos nos garantizaremos una serie de minerales, vitaminas y fibra alimentaria. Además tienen nutrientes energéticos como proteínas, grasas e hidratos de carbono, que son perfectos para conservar en buen estado nuestro organismo.

Este verano cuando vayas a la playa no dudes en llevar tus piezas de fruta y sustituirlas por los helados. Saldrás ganando en sabor y en salud. Intenta consumirlas en frío.