OkSalud
oncología

CRIS Contra el Cáncer revela los cinco retos que marcarán la lucha contra el cáncer hematológico

En España, las previsiones para 2025 apuntan a 25.770 nuevos diagnósticos de cáncer hematológico

CRIS Contra el Cáncer, entidad referencia en la investigación contra esta enfermedad, lidera los proyectos científicos que abordan los cinco grandes retos para el tratamiento del cáncer de sangre. Cada uno de estos desafíos cuenta ya con líneas de investigación en las Unidades CRIS situadas en hospitales públicos y en centros de investigación referencia para dar respuesta a los pacientes con leucemias, linfomas y mielomas.

En España, las previsiones para 2025 apuntan a 25.770 nuevos diagnósticos de cáncer hematológico (Datos de REDECAN), lo que sitúa a este grupo de enfermedades como el quinto tipo de cáncer más frecuente en nuestro país. Estos tumores representarán el 10% de todos los diagnósticos de cáncer previstos para este año, lo que refleja su fuerte impacto en la salud pública. Los linfomas y el mieloma múltiple encabezan la mayoría de los diagnósticos, seguidos de las neoplasias mieloides.

Un reto social y sanitario

Los tumores de sangre son un gran reto para la sociedad y el sistema sanitario. No sólo afectan a personas mayores, también se diagnostican en jóvenes y en niños, lo que supone un fuerte impacto emocional en pacientes y sus familias.

Aunque muchas veces se pueden tratar adecuadamente, en muchos casos las personas con tumores hematológicos tienen recaídas o enfermedades muy agresivas, por lo que es importante diagnosticar lo antes posible y de manera muy precisa. Por eso, para avanzar, es imprescindible la colaboración entre científicos, administraciones públicas y sociedad civil para avanzar en la investigación de estos tipos de cáncer.

A pesar de los avances recientes, todavía existen necesidades urgentes: por supuesto, garantizar más recursos en hospitales, pero también impulsar la inversión en investigación y agilizar la aprobación y el acceso a medicamentos innovadores y nuevas terapias, que en muchos casos pueden marcar la diferencia en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes.

El doctor Joaquín Martínez, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario 12 de octubre y director científico de CRIS Contra el Cáncer, explica que “el cáncer de sangre ha vivido una auténtica revolución con las terapias celulares, pero aún estamos lejos de poder ofrecer soluciones a todos los pacientes. Persisten cinco grandes retos clínicos y científicos que tenemos que abordar con urgencia si queremos que los avances lleguen de manera real y efectiva a toda la población y CRIS Contra el Cáncer los está liderando. Nuestro objetivo es claro: aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

Una revolución terapéutica sin precedentes

Hace poco más de cinco años que se aplicaron los primeros tratamientos CAR-T en España. Desde entonces, estas revolucionarias terapias celulares, que modifican las propias células inmunitarias del paciente para atacar el cáncer, han transformado la vida de muchas personas con leucemias, linfomas y mielomas.

Antes de su llegada, menos del 20 % de los pacientes con recaídas superaban los cinco años de vida. Hoy, gracias a los CAR-T, los datos han cambiado radicalmente. Por ejemplo, en leucemia linfoblástica aguda, más del 55 % de los pacientes superan los cinco años de supervivencia; y en linfoma B de células grandes, la supervivencia al año alcanza entre el 71 % y el 82 %. En muchos casos, la enfermedad desaparece por completo, especialmente en niños y jóvenes, con tasas de remisión completa de hasta el 86 %.

Estos drásticos avances han sido posibles en menos de una década (desde que se aprobaron las primeras CAR-T en 2017) y han abierto una nueva era de tratamientos más personalizados, con menos toxicidad y mejor calidad de vida para miles de pacientes en todo el mundo.

Sin embargo, aún quedan retos clínicos y científicos por resolver a los que CRIS Contra el Cáncer ya está dando respuesta.

De la detección precoz a las terapias más innovadoras: cinco apuestas de CRIS contra el cáncer de la sangre

CAR-T de nueva generación

Uno de los grandes retos de las terapias CAR-T es que, aunque logran muy buenas respuestas en el mieloma múltiple, muchos pacientes acaban recayendo. Por eso, el equipo del doctor Luis Gerardo Rodríguez, apoyado por CRIS en el Hospital Clínic de Barcelona, trabaja en CAR-T de nueva generación: células más potentes y eficaces a la hora de encontrar a las células tumorales, más duraderas y resistentes, y capaces de sobreponerse a los esfuerzos de los tumores para apagar el sistema inmunitario. En resumen, estrategias diseñadas para ofrecer respuestas más sólidas y prolongadas incluso en pacientes que no responden a los CAR-T convencionales

Terapias CAR con ingeniería genética

En la Unidad CRIS de Tumores Hematológicos del Hospital Universitario 12 de Octubre, el equipo del doctor Joaquín Martínez explora un enfoque muy diferente. Si la mayoría de los tratamientos CAR utiliza células del sistema inmunitario denominadas linfocitos T -de ahí la T de CAR-T- m el equipo del Dr. Martínez busca utilizar las llamadas células NK -Natural Killer- como armas contra los tumores de la sangre. Estas células inmunitarias actúan como la primera línea de defensa del organismo, capaces de reconocer y destruir células tumorales de forma rápida. Gracias a la ingeniería genética, se están diseñando CAR-NK más potentes y duraderos, que podrían ofrecer respuestas más seguras y ampliar las opciones de tratamiento para pacientes que hoy no responden a los CAR-T.

Tratamientos a través del ADN

La Leucemia Linfoblástica Aguda tipo B -LLA-B- es la leucemia más frecuente en niños y adolescentes. Aunque muchos pacientes responden bien al tratamiento inicial, las recaídas siguen siendo un enorme problema: en torno al 50 % de los pacientes que parecían curados vuelven a enfermar, y cuando eso ocurre, el 90 % no consigue superar el cáncer.

Consciente de esta urgencia, la doctora Biola Javierre, investigadora CRIS de Excelencia en el Instituto de Investigación Josep Carreras de Barcelona, ha decidido mirar donde muy pocos lo han hecho. Su equipo estudia las zonas del ADN a las que tradicionalmente apenas se ha prestado atención, no los genes -los manuales de instrucciones de las células-, sino otros elementos que podrían estar controlando silenciosamente cómo se activa o se desactiva la enfermedad. Explorar estas partes menos conocidas del ADN puede ser clave para entender por qué las leucemias reaparecen tras el tratamiento y, sobre todo, cómo evitarlo.

Tecnologías de última generación

Uno de los grandes retos en los tumores de la sangre es detectar las recaídas lo antes posible. Cuanto antes actuemos, más posibilidades tenemos de salvar la vida de los pacientes. En el Hospital Universitario 12 de Octubre, la doctora Ana Jiménez Ubieto combina tecnologías de última generación -como el del ADN tumoral que circula en la sangre y pruebas de imagen avanzadas- para seguir la evolución de los pacientes con linfoma folicular y otros cánceres de la sangre. Este enfoque permite saber de manera muy temprana si un tratamiento está funcionando o no, anticiparse a las recaídas y adaptar la terapia en el momento adecuado, aumentando así las posibilidades de supervivencia y reduciendo efectos secundarios innecesarios

Detección precoz con muestras de sangre

Detectar el cáncer mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas es uno de los grandes retos de la medicina. En la Clínica Universidad de Navarra, el investigador Bruno Paiva trabaja con miles de pacientes para descifrar por qué algunas alteraciones benignas de la sangre evolucionan a tumores como el mieloma múltiple mientras que otras nunca progresan. Su objetivo es desarrollar pruebas sencillas, a partir de una muestra de sangre, que permitan identificar de manera temprana y ultra- precisa a las personas en riesgo, anticiparse a la enfermedad y actuar a tiempo. Este enfoque no solo mejoraría las tasas de curación, sino que también reduciría la incertidumbre de quienes conviven con unas enfermedades con potencial de convertirse algún día en tumores.