6 cosas que un corredor debe saber del entrenamiento de fuerza
La mayoría de los corredores, sobre todo cuando empiezan con el running, se olvidan por completo del entrenamiento de fuerza. A la hora de ejercitarse en el gimnasio, el atleta no persigue aumentar el volumen de la musculatura, sino conseguir unos músculos más fuertes para poder aguantar las exigencias del running. Este tipo de entrenamiento nos permitirá mejorar el rendimiento y también será muy importante en la prevención de lesiones. Teniendo en cuenta el gran desconocimiento que existe sobre la materia, a continuación te desvelamos las 6 cosas que un corredor debe saber del entrenamiento de fuerza.
1-Diferencias según la época del año
Un corredor no debe trabajar la fuerza de la misma manera en pretemporada que en los momentos más próximos a una competición. Las progresiones que se realicen en cuanto a intensidad y carga deben ser graduales. Te recordamos que la semana previa a una carrera lo mejor es que no pises el gimnasio. Tus músculos, en teoría, ya estarán preparados para soportar el esfuerzo al que los vas a someter.
2-Ser constante
Debes incluir en tu programa semanal de entrenamiento algo de fuerza. No debe ser un simple trabajo aislado que realices de vez en cuando. De lo contrario no conseguirás los resultados que se buscan.
Para conseguir mejorar tu rendimiento es preciso que planees un programa de 6 a 24 semanas, con al menos una sesión a la semana, pudiendo llegar a las tres. El entrenamiento de fuerza debe representar entre 10 y el 30% del tiempo total que destinas a ejercitarte.
3-Cargas distintas para cada corredor
Si nunca has trabajado con las pesas te podemos aconsejar que comiences con pesos ligeros, que puedas levantar con facilidad y te permita realizar varias repeticiones sin llegar a fatigarte. Cada ejercicio cuenta con una técnica distinta, así que antes de añadir una mayor carga es preciso que domines a la perfección el movimiento. En todo momento hay que respetar la técnica de ejecución y vete progresivamente aumentando los pesos sin excederte.
4-¿Combinar entrenamientos?
Debes valorar si se puede combinar en una misma sesión el entrenamiento de resistencia con el de fuerza. Lo importante es que no afecte a tu rendimiento. En función de tus objetivos y nivel, en ocasiones es mejor que hagas la fuerza primero y a continuación salgas a correr. Conseguirás más beneficios, pero tampoco podrás alcanzar los ritmos habituales porque te sentirás mucho más pesado por el trabajo de gimnasio.
5-No vas a engordar
Los corredores que acuden al gimnasio siempre tienen miedo a incrementar su masa muscular y ganar mucho peso. Cuando trabajes la fuerza tus piernas no se desarrollarán de la misma manera que las de un profesional del culturismo. Los resultados serán distintos al incluir tú más entrenamiento cardiovascular.
6-Otras maneras de trabajar la fuerza
Siempre que se habla de ejercitar la fuerza se nos viene a la cabeza el gimnasio y las pesas, pero existen otras maneras de trabajar esto. Se pueden realizar por ejemplo cuestas o correr con chalecos lastrados. Eso sí, previamente hay que contar con una base de fuerza.
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