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Cómo proteger la piel de los niños frente al sol

"Los niños reciben tres veces más cantidad de radiación solar a lo largo del año que un adulto"

"Hay que formular productos muy resistentes al agua, al sudor o a la arena para que resistan adecuadamente todas sus actividades"

La fotoprotección infantil es muy importante para asegurar la salud de la piel de los niños. Entre el 25% y el 50% de la exposición solar a lo largo de la vida se producen en las dos primeras décadas de vida. La foto protección usada durante los primeros 18 años de vida reduce la incidencia en el futuro en un 78% de cáncer de piel. Del 55% al 72% de los niños sufren quemaduras solares al año. Solo una quemadura solar en la infancia duplica el riesgo de melanoma en la edad adulta. La exposición de los rayos UV durante la infancia se asocia a consecuencias que se manifiestan a medio-largo plazo.

Para conocer en profundidad cómo afecta el sol en la piel de los niños y qué medidas sobre fotoprotección deben seguir, OKSALUD entrevista a Leonor Prieto, farmacéutica y directora científica de La Roche Posay.

PREGUNTA.- ¿Qué particularidades tiene la piel de los más pequeños que se exponen al sol frente a la de los adultos?

RESPUESTA.- La piel de los niños es inmadura, sobre todo la de los más pequeños. Es una piel más fina a nivel de todas las capas, protege menos y es menos resistente, por lo que está más expuesta a las agresiones externas. Por otro lado se deshidrata con más facilidad, y su melanina es menos protectora. Su sistema de reparación del ADN es inmaduro, por lo que no se va a poder reparar adecuadamente y los daños se acumulan.

Por otro lado, su actividad al sol y su exposición son diferentes, ya que pasan más tiempo al aire libre a lo largo de todo el año. Reciben tres veces más cantidad de radiación solar a lo largo del año que un adulto. Sabemos que entre el 25-50% de la radiación solar total que vamos a recibir en nuestra vida se produce en las dos primeras décadas. Sabemos que una quemadura solar con ampollas en la infancia multiplica el riesgo de tener un cáncer de piel, ya que la radiación solar es acumulativa. La piel tiene memoria.

P.- ¿Por qué es importante utilizar un fotoprotector destinado para niños?

R.- Al igual que el resto de productos de higiene o hidratación, los dermocosméticos se formulan en base a las características que tiene la piel a la que van destinados, por lo que todos los ingredientes que llevan se ajustan a estas características particulares, tanto de la estructura y funcionalidad de la piel, como de las actividades que desarrollan al aire libre. Por eso las fórmulas se adaptan específicamente a los niños. Como hemos visto, no sólo tenemos que proteger la piel de los niños de todos los efectos de la radiación solar, sino que también tenemos que hidratar su piel y reforzar su función barrera, así como adaptarlo a las actividades que van a realizar.

P.- ¿Qué características debe tener?

R.- Son fotoprotectores de amplio espectro, es decir proteger eficazmente de todas las radiaciones ultravioletas, que son las que más efectos tienen sobre la piel. Tienen que tener un factor de protección solar alto o muy alto frente a la quemadura solar y el daño agudo producido por los ultravioleta B (SPF 50 o SPF 50+), y también un muy alto en protección ultravioleta A, ya que estas radiaciones producen muchos radicales libres, que disminuyen los sistemas de defensa de la piel, entre otras muchas cosas. Para reforzar este efecto antioxidante se añade generalmente vitamina E, que además protege las células. Muy importante reforzar la barrera cutánea y la hidratación, por lo que vamos a enriquecer los productos con glicerina y manteca de karité. Y por otro lado, formular productos muy resistentes al agua, al sudor o a la arena, para que resistan adecuadamente todas sus actividades, por muy intensas que sean.

P.- ¿Qué tiene de novedad el filtro Mexoryl 400?

R.- Mexoryl 400 viene a reforzar al resto de filtros, para garantizar una protección eficaz en todas las radiaciones ultravioletas, que como hemos dicho, son las que más efectos producen. Hasta ahora, con los filtros protegíamos de las radiaciones ultravioleta B y de las ultravioleta A cortas y largas, pero ningún filtro llegaba a cubrir las radiaciones ultravioleta A extralargas, que suponen el 30% total de estas radiaciones. Por ello se ha trabajado durante más de 10 años para encontrar un filtro que las filtrara eficazmente. De este modo, garantizamos una mejor protección desde la infancia a la edad adulta, ya que hemos dicho que los efectos del sol son acumulativos. Un nuevo filtro eficaz y seguro, que viene a reforzar aún más los fotoprotectores también para los niños.

P.- ¿Qué medidas se deben adoptar con la piel de los más pequeños cuando se exponen al sol?

R.- El fotoprotector es la medida más usada para la protección solar de la piel, pero no debe de ser la única. Tenemos la fotoprotección horaria, es decir, no exponernos al sol en las horas de máxima radiación, de las 12 a las 16 horas (siempre hora solar), ya que en esta franja horaria recibimos el 70% de la radiación total del día, sobre todo de la radiación UVB, que quema y produce daños directos. La regla es sencilla: «vigila tu sombra». Si tu sombra es más corta que tu altura, no deberías exponerte al sol, ya que cuanto más corta es la sombra, más riesgo hay. Por otro lado, la fotoprotección física: usar la sombra (natural o de sombrillas), gorras que protejan frente y nuca, y sombreros de ala ancha, camisetas o ropa con factor de protección. Las gafas de sol cuando nos exponemos a sol intenso, como en playa, piscina o montaña en los meses de verano.
Beber mucha agua, para evitar la deshidratación.

En cuanto al fotoprotector, aplicar una capa antes de exponernos al sol, en todas las zonas, incluso en las que vayamos a llevar cubiertas, y aplicar una segunda capa cuando lleguemos a la zona de exposición. De este modo, conseguimos una aplicación homogénea, más cubriente y eficaz que si intentamos dar una capa muy gruesa. Los efectos del sol en la piel son mayores en las primeras horas en las que nos exponemos, porque la piel no ha tenido tiempo de poner en marcha sus defensas naturales, que también ayudan. Y no olvidar reaplicar el fotoprotector cada dos horas, o después de un baño prolongado. Y hacer una exposición progresiva al sol, sobre todo los primeros días de exposición. Recordad siempre que, incluso protegidos, el abuso del sol es peligroso.

P.- ¿En qué casos no se recomienda exponer a los más pequeños al sol?

R.- La piel de los niños hemos visto que es inmadura, tanto por su estructura como por su funcionalidad, no protege. Además, hasta los tres años, nuestros sistemas de defensa y de reparación son inmaduros, por eso hay que extremar las precauciones siempre, pero sobre todo en las primeras etapas de la infancia. Por eso decimos que sería conveniente no exponer al sol a niños menores de seis meses. Como en España es difícil que no nos de el sol, en edades tempranas no exponerlos directamente al sol, extremar las medidas físicas (sombra, sombrilla, ropa) en todo momento, y evitar las horas que haya más radiación.