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Cómo influye el descanso en nuestro rendimiento

Puede darse el caso de que realices unas sesiones preparatorias estupendas y luego esto no repercuta sobre tu rendimiento físico, es decir, que no consigues mejorar el rendimiento. A todo esto se le une también que te encuentras demasiado cansado para seguir con el entrenamiento. Puede que el origen de nuestro problema se sitúe en la ausencia de descanso. En este artículo queremos mostrarte cómo influye el descanso en nuestro rendimiento deportivo.

Para cualquier deportista, el reposo resulta tan importante para su rendimiento como el propio ejercicio. De hecho, es cuando estamos de descanso cuando el cuerpo se ocupa de asimilar toda la carga de trabajo realizada. Por eso, cuando no descansamos lo suficiente los efectos del entrenamiento apenas se dejarán notar.

Recuperación entre una sesión y otra

En ocasiones nos obsesionamos con el ejercicio y con nuestro rendimiento. Pensamos que cuantas más horas le dediquemos a la actividad física más fácil nos resultará mejorar, pero esto no es del todo cierto. No pasa nada por realizar, por ejemplo, dobles sesiones, siempre que a continuación permitamos al organismo que descanse el tiempo preciso para que se recupere. Entre una sesión y otra hay que dejar un espacio para que el cuerpo asimila el esfuerzo.

Cuando este periodo de descanso es demasiado corto se acaba produciendo fatiga y al final no habrá mejoras, mientras que si dejamos un tiempo excesivo tampoco se apreciarán las mejoras. Nuestra condición física está condicionada también a una dieta equilibrada y a un sueño adecuado. Dormir ben por las noches resulta necesario para afrontar al día siguiente las sesiones de entrenamiento con unas mínimas garantías de éxito. Pero el descanso nocturno no sólo es importante para los deportistas, ya que también lo agradecerá nuestra salud. Los expertos cifran entre 7 y 9 horas lo que deben dormir los jóvenes y adultos, mientras que los mayores de 65 años entre 7 y 9 horas.

Dormir tras el ejercicio

Muchas personas se ven obligadas a entrenar por la noche ya que son las únicas horas que tienen libres después de cumplir con sus obligaciones laborales y familiares. Es posible que al hacer ejercicio a última hora del día les resulte más complicado conciliar el sueño, ya que el organismo estará muy activo. No dejan que transcurra el tiempo suficiente entre la actividad y la hora de acostarse. Aunque el cuerpo se encuentre cansado y con ganas de meterse en la cama la cabeza todavía estará demasiado despierta.

Cuando la sesión de ejercicio haya sido moderada lo mejor es aguardar en torno a una hora, mientras que si el entrenamiento ha sido muy intenso lo adecuado sería esperar un par de horas. Puedes incluir además unos cuantos ejercicios de relajación para acabar la sesión e irte a la cama más tranquilo. Sin lugar a dudas, lo adecuado es que el deporte se practique por la mañana o por la tarde,ya que de esta manera nos resultaría más fácil conciliar el sueño. No olvidemos que 1 de cada 4 españoles padece insomnio transitorio, como señalan desde la Sociedad Española de Neurología.