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Cómo evitar las lesiones del costalero

Muchos puntos de España celebran durante estos días la Semana Santa. Sin embargo, en ocasiones queda en un segundo plano el papel del costalero, que es la persona que se ocupa junto con otras de cargar con un santo durante las procesiones. Por eso en este artículo te explicamos cómo evitar las lesiones del costalero.

Resulta muy fácil sufrir un percance físico si no se tiene una adecuada preparación. En lugar de reservar todo el trabajo para los últimos días habría que entrenar durante todo el año con ejercicios generales protectores. Con ello se ganaría en resistencia y fuerza. Tres meses antes de salir en procesión habría que intensificarlos.

Uno de los momentos más peligrosos puede ser durante la ‘levantá’, que es cuando suben toda la carga entre los costaleros y ponen en marcha todos los recursos físicos disponibles, pero a ello se le añade además que durante el trayecto que dure la marcha también deberán soportar una gran cantidad de peso.

Las lesiones más comunes aparecen en la zona lumbar, dorsal y cervical y en los miembros superiores e inferiores. En los miembros inferiores destacan por encima de las demás aquellas que se producen por rozaduras como erosiones y ampollas, o molestias por un inadecuado apoyo como plantalgias o tendinitis. A ello se le unen lesiones como calambres, contracturas, roturas fibrilares y sobrecargas en gemelos, isquiotibiales y cuádriceps.

En lo referente a la zona lumbar y dorsal, se repiten con bastante frecuencia las contracturas y sobrecargas, algias como lumbalgia y lumbociatalgia, sin descartar que en ciertas ocasiones también aparezcan molestias esqueléticas provocadas por cargas estáticas súbitas o cargas dinámicas.

En cuanto a las extremidades superiores resultan muy habituales las lesiones posturales por tensión. Este se debe a la posición que adopta el cuerpo que acaban provocando problemas de adormecimiento debido a la presión  que sufren algunos músculos del cuello. También se contemplan lesiones por la presión y las rozaduras. En la zona de las cervicales aparecen lesiones musculares como sobrecargas en trapecios y contracturas, algias a nivel cervical, bursitis y rozaduras y presión como erosiones dérmicas.

Otras lesiones a tener en cuenta de los costaleros

Sin lugar a dudas, lo más importante de todo es la prevención. De esa manera se pueden evitar muchas de las molestias que aparezcan durante las procesiones. Para ello es necesario trabajar durante todo el año el cuerpo entero, pero sobre todo las partes que más se implicarán. Es cuestión de ganar en resistencia y fortaleza. En los últimos meses hay que intensificar el trabajo para llegar en las mejores condiciones posibles a la Semana Santa. Sólo así se podrá disfrutar de la labor de costalero, que existe una cierta condición física, ya que el peso que soportan es bastante grande por muy bien que se lo repartan