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Comienza la temporada: cómo prevenir y tratar las lesiones del esquí

La articulación de la rodilla suele ser la articulación más afectada, representando la mitad de las lesiones del esquí

Aproximadamente, hay una incidencia de 2 o 3 lesionados por cada 1.000 esquiadores al día

El esquí es cada vez más seguro y las estadísticas de accidentes lo demuestran: cada año menos aficionados a los deportes de invierno sufren lesiones. Esto significa que los esquiadores están mejor preparados y protegidos y son más considerados. Sin embargo, como en cualquier deporte, existe un cierto riesgo de lesión al esquiar. De hecho, no solo los aficionados o los principiantes pueden correr este riesgo, también los profesionales.

En la retina aún ‘queda’ casos, como los que documenta Manuel Villanueva, traumatólogo, cirujano ortopédico y director médico de Avanfi: «En abril de 2023, Daniel Danklmaier se rompió el ligamento cruzado anterior y el menisco izquierdo de la rodilla entrenando en Soelden. Christian Hirschbuehl, se rompió el tobillo y tibia derecha en la segunda manga del slalom de Wengen, a mitad de enero  y necesitó cirugía. Rosina Schneeberger cayó en el Super World de Val di Fassa en febrero de 2021.. Fractura de tibia y peroné lo que le obligó a saltarse toda la temporada o Julia Scheib, que se rompió el ligamento cruzado anterior entrenando en febrero de 2021, entre otros muchos profesionales».

Se estima que 6.000 aficionados al esquí acaban lesionados cada año en España. Aproximadamente, hay una incidencia de 2 o 3 lesionados por cada 1.000 esquiadores al día. Es más, diariamente, unos 60 aficionados se lesionan de un modo u otro, sobre todo en miembros superiores, muñecas y hombros. En los miembros inferiores suele ser la rodilla la articulación más afectada. Normalmente la mitad de las lesiones se produce en esta articulación. 

Factores de riesgo

El doctor Villanueva insiste en que existen una serie de factores concernientes al esquiador que pueden influir en la aparición de una lesión:

Álvaro Iborra, cirujano podólogo y codirector de Avanfi destaca. «Muchas veces, los pacientes parten con lesiones no curadas que condicionan sus apoyos, su equilibrio y su comodidad dentro de la bota de esquí. Algunas lesiones de los pies, como el neuroma de Morton, la fascitis plantar o algunas tendinitis y bursitis profundas o superficiales del tendón de aquiles pueden condicionar dolores, limitaciones y un desempeño anormal, que termine en un accidente porque el esquiador no está cómodo con su bota, con su dolor del pie o del tobillo y esto condiciona un mal apoyo, una defensa y una falta de concentración en el cambio de apoyos, en los giros o en el deslizamiento».

Cómo prevenirlas

Se debe tener en cuenta que la técnica y el material de esquí han ido evolucionando de forma paralela. «El principal cambio ha sido en las fijaciones, que dan una sujeción firme entre la bota y el esquí, mediante dos puntos de fijación: el delantero y trasero. Esto ha supuesto una mejora en el control sobre este deporte, pero también un aumento muy marcado de las lesiones de las piernas ya que, si fallan las fijaciones, las tablas de esquí actúan como una palanca. En las caídas y accidentes, se dobla o tuerce la pierna y genera muchas más lesiones que las antiguas fijaciones. Desde el punto de vista de la seguridad del esquiador no hay duda de que el elemento más importante son estas  y que muchas lesiones de la rodilla se producen cuando fallan» insiste el experto. 

Pero no solo son las fijaciones. «Tanto para el esquí alpino y el snowboard, se recomienda llevar casco. Es una forma muy sencilla de prevenir lesiones graves en la cabeza incluso sin hacer esquí fuera de pista o de riesgo más elevado. Todos tenemos la imagen de Michael Schumacher en la cabeza. Un aspecto importante es usar ropa técnica, que nos abrigue y evite que nuestro cuerpo pierda energía intentando mantener la temperatura corporal, pero no limite nuestra agilidad y desempeño como si usáramos varias capas de peor material», recuerdan los expertos..

Fuera de este deporte todos, los aficionados a la montaña recuerdan los equipos de 11 capas de ropa con los que Mallory e Irvine intentaron hacer cumbre en el Everest, hace ya casi un siglo, algo que hoy está superado con mejores materiales, que no dificultan la movilidad y previenen hipotermias que también nos van a fatigar. 

«Una ropa inadecuada, que nos haga pasar frío hará que las partes menos vitales, las manos y los pies, se queden con menos riesgo, porque nuestro cuerpo va a mantener el riego sanguíneo en las zonas más vitales, lo cuál puede disminuir nuestra pericia o desempeño en las pistas», apostillan los doctores Iborra y Villanueva. 

Otro aspecto clave para ‘esquivarlas’ al esquiar es tener una buena técnica y un buen acondicionamiento. Como cualquier deportista antes de comenzar su temporada deportiva, debe realizar un programa de fortalecimiento y acondicionamiento para ponerse en forma para la temporada. Y luego, incluso si ha entrenado, es importante mantenerse hidratado y recordar hacer un buen calentamiento antes de salir a la pista. Para calentar, debe estirarse y hacer las primeras bajadas con calma para relajar el cuerpo.

Para los expertos de Avanfi, una reflexión importante es que, «al ser el esquí un deporte, pero también una actividad social y familiar, es practicado, en algunas ocasiones, por personas sin el entrenamiento mínimo para garantizar varias horas de esfuerzo en las pistas. Muchas de ellas nunca hacen más de 45´ minutos o una hora al día de deporte y, de repente, en la semana del esquí, están en las pistas 4-5 horas al día, varios días seguidos; un esfuerzo desproporcionado para su preparación y que hace pensar que, tal vez aún no son tantas las lesiones como podrían ser». 

Lesiones más frecuentes

    1. Las rodillas. Como se ha mencionado anteriormente son las zonas que más sufren al esquiar. Las principales lesiones afectan a los Ligamentos Colaterales de la Rodilla. (LCM), al Ligamento Cruzado Anterior de la Rodilla (LCA), al Ligamento Cruzado Posterior de la Rodilla (LCP) o a los meniscos. Las fracturas no son tan frecuentes.
    2. Hombro, Después de la rodilla, las lesiones de hombro son especialmente frecuentes entre los hombres. Cerca de un 20% de los esquiadores sufren lesiones en esta zona, seguidas de las lesiones en la cabeza (11%).
    3. Torso. Es otra zona en la que muchos aficionados a los deportes de invierno se lesionan. Es la cuarta zona de lesión más común en el esquí, con contusiones o fracturas costales
    4. Lesiones de cadera, muslo y parte inferior de la pierna. En el quinto lugar de la lista de las más comunes se encuentran las caderas y los muslos, y en el sexto lugar de la escala de lesiones se encuentran las piernas.
    5. Las lesiones del pie en el esquí son excepcionales. Sin embargo, si el esquiador padece alguna lesión anterior en este el miembro,  la práctica del esquí puede agravarla o condicionar la actividad deportiva. Es el caso de sufrir el neuroma de Morton, una patología muy frecuente que por la presión que genera la bota de esquí hace que se comprima el neuroma provocando adormecimiento y calambres en los dedos  muy incapacitantes.

Tratamiento

El equipo de Avanfi reconoce: «Este va a depender, en el caso de la rodilla,  la más afectada, del grado de lesión ligamentosa. En el caso que se produzca una de las lesiones más leves,  como es el esguince, es suficiente con una inmovilización y tratamiento antiinflamatorio durante alrededor de 2 semanas». 

En cambio si se produce una rotura completa del ligamento dependerá de si está roto o no el ligamento cruzado anterior (LCA). Si este último está íntegro el ligamento lateral interno suele curar sin cirugía, con un periodo de inmovilización prolongado, unas 4-6 semanas, seguido de la correspondiente rehabilitación, insisten los especialistas..

Argumentan, además: «Por el contrario, si están rotos tanto el ligamento cruzado interior( LLI) I como el LCA se puede reparar todo de forma aguda o bien esperar a que cicatrice el LLI y, luego, reconstruir  por artroscopia el LCA. La actitud terapéutica dependerá de la edad y el grado de actividad del paciente, no siempre estas lesiones requieren cirugía inmediata».

El consejo

La falta de atención es una de las causas más habituales de caídas y colisiones durante la práctica del esquí, incluso más allá de los primeros días de las vacaciones. «Por supuesto, no siempre se puede evitar una colisión, pero si se sale a las pistas bien descansado, se está en buena forma física y, por lo tanto, se tienen presentes algunas de las recomendaciones que cada año se dan en las secciones de salud de periódicos, revistas etc, se pueden evitar muchos de estos accidentes. No se debe subestimar el calentamiento antes del primer descenso, ya que sirve para activar la circulación y calentar los músculos, lo que reduce el riesgo de lesiones en las pistas», determinan los doctores Villanueva e Iborra.