Científicos de Japón y China descubren una nueva diana terapéutica para tratar los tumores colorrectales
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Los tumores colorrectales son un efecto adverso habitual de la inflamación crónica del intestino. En un nuevo estudio, investigadores de Japón y China demuestran que los modelos de ratón con deficiencia de la proteína inmunorreceptora de células dendríticas (DCIR) son resistentes a los tumores colónicos inducidos por el sulfato sódico de dextrano y el azoximetano, según publican en la revista ‘Cell Reports’. Además, identifican un anticuerpo que reduce la gravedad de la colitis y el crecimiento de los tumores de colon, lo que pone de manifiesto el potencial de DCIR como objetivo terapéutico.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un término que engloba dos enfermedades, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que se caracterizan por la inflamación prolongada del tracto gastrointestinal. Esta afección suele conducir al desarrollo de tumores colorrectales. Por tanto, comprender la patogénesis de la EII es crucial para mitigar la incidencia de los tumores de colon.
Los receptores inmunitarios innatos, en particular los que se expresan en el intestino, como los receptores de lectina tipo C (CLR), son responsables del desarrollo de la EII. Sin embargo, los CLR también desempeñan un papel vital en la regulación de la microbiota intestinal y la defensa contra los patógenos. Por ello, es necesario alcanzar un equilibrio para mantener la homeostasis intestinal.
El inmunorreceptor de las células dendríticas (DCIR) es uno de esos RLC que se encarga de mantener la homeostasis de los sistemas inmunitario y esquelético. Estudios anteriores han sugerido que el DCIR regula negativamente tanto las respuestas inmunitarias innatas como las adquiridas. Por tanto, el bloqueo de DCIR podría potenciar la inmunidad contra el tumor de colon. Sin embargo, su función en la inmunidad intestinal sigue sin estar clara.
En este contexto, un grupo de investigación dirigido por el profesor Yoichiro Iwakura, de la Universidad de Ciencias de Tokio (TUS), en Japón, ha arrojado luz sobre esta cuestión. En su estudio, el grupo estudió el desarrollo de colitis y tumores de colon en modelos de ratones deficientes en DCIR.
Para ello, el grupo alimentó a los ratones con agua potable que contenía sulfato sódico de dextrano (DSS), un polisacárido sintético sulfatado, y azoximetano (AOM), una sustancia química neurotóxica, para inducir tumores de colon similares a los observados en los seres humanos con EII.
Para su sorpresa, descubrieron que los ratones que carecían de DCIR mostraban una reducción de la gravedad de la colitis y del crecimiento del tumor colorrectal inducido por el AOM-DSS. Además, en comparación con los ratones de tipo salvaje (control), los ratones deficientes en DCIR mostraron una menor pérdida de peso corporal, así como una menor infiltración de células proinflamatorias en el colon.
El profesor Iwakura explica que estos hallazgos «apuntan al hecho de que la carcinogénesis y la inflamación intestinales se ven facilitadas por la señalización de DCIR, lo que apunta a la posibilidad de que el bloqueo de DCIR podría prevenir la colitis ulcerosa y el cáncer de colon».
Corroborando esta posibilidad, el estudio reveló además que el uso de un anticuerpo llamado «anti-NA2» contra los asialo-biantenarios-N-glicanos (NA2), un ligando (molécula de unión) al DCIR, redujo los síntomas de la colitis ulcerosa e impidió el crecimiento del tumor colorrectal.
Los investigadores están entusiasmados con estos resultados y sus aplicaciones prácticas. «Nuestros resultados sugieren que las terapias dirigidas al DCIR y sus ligandos podrían utilizarse para tratar eficazmente las enfermedades autoinmunes, la EII y el cáncer, que tradicionalmente han sido difíciles de tratar», señala profesor Iwakura.
Afirman que este estudio podría abrir las puertas a nuevas estrategias terapéuticas para tratar los tumores colorrectales, mejorando no sólo la vida de los pacientes con EII, sino también nuestra comprensión de la patogénesis de las enfermedades humanas.
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