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Nature Chemistry

De la botella al botiquín: una bacteria transforma el plástico en paracetamol

Este experimento podría ser el primero de muchos en una nueva generación de reacciones químicas que operan en organismos vivos

En un avance revolucionario de la biotecnología y la química verde, un equipo internacional de científicos ha logrado algo impensado: convertir plástico reciclado en paracetamol utilizando bacterias vivas. El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Chemistry, demuestra por primera vez la posibilidad de integrar una reacción química sintética —la reordenación de Lossen— en el metabolismo de Escherichia coli (E. coli), una bacteria ampliamente utilizada en biotecnología.

La reacción de Lossen, descubierta hace más de un siglo, es un proceso común en los laboratorios de síntesis orgánica, pero jamás se había observado en sistemas vivos. El grupo liderado por Nick W. Johnson y Stephen Wallace consiguió introducir esta transformación química no natural en bacterias vivas, sin necesidad de enzimas complejas ni condiciones extremas. Sorprendentemente, el catalizador fue algo tan simple como el fosfato presente de forma natural dentro de las células.

La bacteria como fábrica química

Para comprobar la eficacia de esta nueva reacción biocompatible, los investigadores utilizaron cepas de E. coli modificadas genéticamente que no podían producir un metabolito esencial: el ácido para-aminobenzoico (PABA). Al introducir el sustrato de la reordenación de Lossen, derivado del plástico PET (como el de las botellas), las bacterias fueron capaces de sintetizar PABA y seguir creciendo, demostrando que el proceso funcionaba dentro del organismo vivo.

Pero los autores fueron aún más lejos. Aprovechando esta reacción, diseñaron una vía metabólica que convierte PABA en paracetamol (acetaminofén), el popular analgésico y antipirético. De esta manera, lograron transformar residuos plásticos en un fármaco útil con una pureza superior al 90 % y en tan solo 24 horas.

«Es la primera vez que una bacteria convierte una botella de plástico en paracetamol», afirmó Stephen Wallace, uno de los autores principales.

Más allá del laboratorio: sostenibilidad e innovación

Este hallazgo no sólo representa un hito en la integración de química sintética en organismos vivos, sino que también abre nuevas posibilidades para abordar dos problemas globales: la contaminación plástica y la dependencia de combustibles fósiles en la producción de fármacos y compuestos industriales.

El uso de una reacción no enzimática integrada al metabolismo celular permite convertir residuos comunes en productos de alto valor con bajo impacto ambiental, utilizando únicamente materiales biológicos y renovables. Es un ejemplo claro de economía circular aplicada a la biotecnología.

Los microbios limpian el planeta

Este avance sugiere un futuro en el que bacterias diseñadas puedan actuar como microrrefinerías vivas, transformando desechos en medicamentos, plásticos biodegradables o combustibles limpios, todo dentro de un sistema biológico controlado.

Como señaló el equipo, «la reordenación de Lossen es sólo el principio». Este experimento podría ser el primero de muchos en una nueva generación de reacciones químicas que operan directamente dentro de organismos vivos, eliminando las barreras entre la química sintética y la biología.