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Avance en salud mental masculina: descubren un tratamiento para la depresión posparto

Históricamente, el enfoque se ha centrado, con razón, en la salud materna durante el embarazo y el posparto

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Un nuevo estudio del Centro de Adicciones y Salud Mental (CAMH) de Canadá, en colaboración con destacados investigadores de Pakistán, ha demostrado la eficacia de una intervención psicosocial integrada destinada a mejorar las habilidades parentales y los síntomas de depresión.

El tratamiento resultó eficaz para la depresión posparto masculina en una cohorte de padres paquistaníes, mejorando tanto la salud mental paterna como los resultados del desarrollo infantil, tal y como se publica en la revista de psiquiatría JAMA.

«La salud mental masculina, y especialmente la depresión posparto en los padres, sigue siendo un área estigmatizada y poco estudiada», afirma la doctora Ishrat Husain, investigadora principal del estudio y científica sénior del CAMH. «Históricamente, el enfoque se ha centrado, con razón, en la salud materna durante el embarazo y el posparto. Sin embargo, estamos descubriendo que los hombres también experimentan importantes desafíos emocionales a medida que se adaptan a nuevos roles parentales y necesitan apoyo».

A nivel mundial, alrededor del 10 por ciento de los padres se ven afectados por depresión posparto, y en sociedades como Pakistán, donde predominan los roles de género más tradicionales, las tasas de depresión son incluso más altas, potencialmente hasta el 23,5%.

El estudio A Group Parenting Intervention for Male Postpartum Depression: A Cluster Randomized Clinical Trial involucró a 357 padres de hogares de bajos ingresos en Pakistán. Los padres fueron asignados aleatoriamente para recibir atención estándar o participar en el programa Learning Through Play Plus Dads (LTP + Dads) de cuatro meses, una iniciativa de crianza y salud mental adaptada de un programa similar para madres paquistaníes.

A los padres del programa LTP + Dads se les proporcionaron calendarios con detalles de las etapas de desarrollo de los niños y actividades para fomentar la participación entre padres e hijos. También asistieron a 12 sesiones grupales dirigidas por trabajadores de salud comunitarios y psicólogos. Estas sesiones combinaron terapia cognitivo-conductual para ayudar a controlar los síntomas depresivos con capacitación en habilidades para la vida en temas como la gestión del tiempo y la regulación emocional. Las sesiones se llevaron a cabo semanalmente durante los primeros dos meses y luego quincenalmente.

Los resultados del estudio revelan que la intervención no sólo condujo a una remisión completa de los síntomas depresivos en más del 70 por ciento de los padres con depresión posparto en cuatro meses, sino que también tuvo un impacto positivo en la dinámica familiar y el desarrollo social y emocional de los niños. Los padres que completaron el programa también mostraron mejoras en el bienestar y mejoraron las relaciones con sus hijos y parejas.

Los niños de estos hogares también demostraron mejoras en el desarrollo social y emocional. Estos resultados se hacen eco de ensayos anteriores con madres, lo que refuerza la idea de que abordar la salud mental de ambos padres es clave para obtener resultados familiares positivos.

Uno de los hallazgos más interesantes del estudio fue la reducción de la violencia de pareja. En el estudio, los padres que recibieron la intervención informaron puntuaciones más bajas en una medida de violencia de pareja perpetrada al final del período de tratamiento en comparación con los que recibieron el tratamiento habitual. «Estos datos sugieren que la intervención LTP + Dads puede reducir el riesgo de este tipo de violencia en los padres paquistaníes que experimentan depresión posparto, lo que conduce a entornos familiares más saludables en general», argumenta Husain.

Husain cree que este modelo podría tener un éxito similar en diversos entornos, incluido Canadá, donde las presiones culturales y sociales también crean barreras para que los hombres busquen apoyo en materia de salud mental. «Es probable que se den patrones similares de depresión posparto en Canadá, que sabemos que es un crisol de diferentes culturas», explica.

«El estigma, las creencias culturales y la alta demanda de servicios de salud mental a menudo impiden que los padres busquen la ayuda que necesitan. Programas como LTP + Dads podrían ser transformadores para los hombres en su transición a la paternidad, al introducir servicios de apoyo y educativos accesibles que brinden un espacio seguro para procesar las emociones».