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Aprobado el primer fármaco contra el Alzheimer en fase inicial: podría tardar 5 años en llegar a España

Esta terapia alcanza el mayor potencial cuando las personas son tratadas en etapas más tempranas de su enfermedad

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de donanemab (350 mg/20ml, inyección mensual de administración intravenosa), de Eli Lilly and Company, para el tratamiento de adultos en fases tempranas sintomáticas de la enfermedad de Alzheimer. Esta indicación incluye a personas con deterioro cognitivo leve, así como aquellas en etapa de demencia leve causada por enfermedad de Alzheimer con confirmación de patología amiloide (proteína).

Sin embargo, la pregunta más importante es ¿cuándo llegará a España? La respuesta podría cuantificarse en un plazo de unos cuatro a cinco años de media, ya que al aprobarse en Estados Unidos, el siguiente paso es que sea evaluado por Europa y más tarde en España. En este último caso, con los retrasos medios de incorporación de medicamentos innovadores en España de más de 600 días, podría estar disponible para su uso en nuestro país en 2029. Una demora que supondría un nuevo bochorno para las autoridades sanitarias españolas, ya que no depende ni de la farmacéutica ni de Europa.

«Este tratamiento ha demostrado resultados muy significativos para personas con síntomas iniciales de la enfermedad de Alzheimer que necesitan urgentemente opciones de tratamiento efectivas. Sabemos que estas terapias alcanzan el mayor potencial de beneficio cuando las personas son tratadas en etapas más tempranas de su enfermedad y estamos trabajando intensamente con otras entidades para mejorar su identificación y diagnóstico», ha afirmado Anne White, vicepresidenta ejecutiva de Eli Lilly.

«La aprobación por la FDA es un hito para el manejo clínico de los pacientes con demencia tipo Alzheimer. Supone el segundo fármaco modificador de curso de la enfermedad disponible comercialmente en ese país. Aunque según la ficha técnica el fármaco estaría indicado globalmente para pacientes en fases iniciales de la enfermedad; el diseño de los ensayos clínicos que han propiciado su aprobación pone de manifiesto que los pacientes con menos carga patológica al inicio del tratamiento obtienen mejores resultados», ha señalado el Dr. Pascual Sánchez-Juan, director científico de la Fundación CIEN (Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas).

«Queremos agradecer a los pacientes y sus familias su participación en nuestros programas clínicos, así como a los científicos y colaboradores de Lilly por perseverar durante décadas de investigación. Cada año, más y más personas están en riesgo de padecer esta enfermedad y tenemos la firme determinación de mejorar sus vidas».

¿Qué es el amiloide?

El amiloide es una proteína que se produce de forma natural y que en ocasiones puede depositarse en forma de placas de amiloide. La acumulación excesiva de placas de amiloide en el cerebro puede producir deterioro cognitivo y funcional que se relacionan con la enfermedad de Alzheimer.

Donanemab puede ayudar a eliminar la acumulación excesiva de placas de amiloide y reducir la progresión del deterioro relacionado con la capacidad de las personas para procesar nueva información, recordar fechas importantes, planificar y organizarse, preparar comidas, usar electrodomésticos, gestionar finanzas o incluso quedarse solas.

En el estudio clínico fase 3, los participantes que se encontraban en estadios iniciales de la enfermedad mostraron los mejores resultados con donanemab. Fueron analizados durante 18 meses en dos grupos: un grupo cuya enfermedad estaba menos avanzada (con niveles de proteína tau entre bajos y medios) y la población general del estudio, que también incluía a participantes con altos niveles de tau 1,10,11. El tratamiento con donanemab redujo significativamente el deterioro clínico en ambos grupos.

Los individuos tratados con donanemab cuya enfermedad estaba menos avanzada mostraron una disminución significativa del deterioro del 35% en comparación con el placebo en la Escala Integrada de Evaluación de la enfermedad de Alzheimer (iADRS, por sus siglas en inglés), que mide la cognición y la ejecución de las actividades de la vida diaria. En el grupo de población general del estudio, la respuesta al tratamiento también fue estadísticamente significativa, un 22%. En ambos grupos analizados, los participantes tratados con donanemab redujeron en un 39% el riesgo de progresión a la siguiente etapa clínica de la enfermedad en comparación con aquellos del grupo de placebo.

Estudio clínico

En el grupo de población general del estudio, el tratamiento redujo las placas de amiloide, en una media del 61% a los 6 meses, del 80% a los 12 meses y del 84% a los 18 meses en comparación con el inicio del estudio. Uno de los objetivos del tratamiento del estudio era la eliminación de las placas de amiloide a niveles mínimos consistentes con un escáner negativo utilizando tomografía por emisión de positrones (PET) de amiloide. Si se confirmaba que los participantes alcanzaban estos niveles, podían completar el tratamiento con donanemab y cambiar a placebo hasta terminar el estudio clínico.

Donanemab puede producir alteraciones en neuroimagen relacionadas con el amiloide (ARIA por sus siglas en inglés), que es un posible efecto secundario de las terapias dirigidas a placas de amiloide que no suele causar síntomas. Se detecta mediante resonancia magnética (MRI) y, cuando ocurre, puede presentarse como una inflamación transitoria en una o varias áreas del cerebro, que generalmente se resuelve con el tiempo, o como microhemorragias en o sobre la superficie del cerebro. Raramente, pueden producirse hemorragias en áreas más grandes del cerebro. Las ARIA suelen ser asintomáticas, aunque pueden ocurrir eventos graves y potencialmente mortales.