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Anemia, cada vez más frecuente en niños y adolescentes

Cuando hablamos de diversas enfermedades, algo menores, podemos citar a la anemia, que sigue siendo la causa más común de la falta de hierro. El Consejo General de Farmacéuticos ha difundido interesante documentación sobre este problema, con datos que pueden ser muy útiles para su detección temprana.

Fomentando el interés por esta afección, los profesionales esperan que los pacientes traten antes sus bajos niveles de hierro.

Anemia, causa de la falta de hierro

Enfermedades muy comunes

A pesar de que se tiende a considerar una sola enfermedad para facilitar su prevención, diagnóstico y terapias, en realidad no hablamos de una única anemia sino de una serie de ellas, enfermedades en plural que tienen fuerte presencia en todo el planeta, y que casi siempre están causadas por la falta de hierro en las cantidades deseables, afectando a cerca de un 25% de la población global del mundo.

El documento, que también destaca el papel asistencial clave del farmacéutico a la hora de distinguir los síntomas típicos de la anemia, indica que generalmente las víctimas de esta afección son las mujeres que se encuentran en edad reproductiva, ya que permanecen expuestas a la menstruación, y es normal que tengan más inconvenientes que las demás para recuperar el hierro.

No solo en mujeres

Sin embargo, en los últimos años la evidencia médica demuestra que está aumentando la ausencia de hierro en niños y adolescentes. Lamentablemente un alto porcentaje de ellos no se alimenta como debería hacerlo, y la consecuencia de ello es que no reciben esos nutrientes indispensables, como el hierro, que les permiten desarrollarse de forma saludable, alcanzando la máxima expresión física.

¿Qué otros factores pueden provocarla?

Insistiendo en que la anemia es la principal causa de déficit de hierro a día de hoy, es verdad que existen otros factores de riesgo posibles. Una ingesta escasa de vitamina B12 y ácido fólico, sufrir enfermedades crónicas inflamatorias como el cáncer, defectos congénitos y vulnerabilidad a tóxicos como el alcohol o el tabaco, son sólo algunos de los factores externos que pueden producir la anemia.

Por todo lo dicho, una consulta al farmacéutico a tiempo es esencial para la detección precoz de la anemia, de aquello que la genera y, finalmente, de la recomendación de un tratamiento farmacológico y una dieta que permitan revertir la situación en los plazos mínimos.

Para todo esto, lo ideal es que el médico nos trate, examine, y vea qué tratamiento es el indicado para cada caso.