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Alergia emocional: ¿es posible y en qué consiste?

Cuando hablamos de alergias, solemos referirnos a las reacciones que sufre el cuerpo frente a factores externos, desencadenadas especialmente durante el otoño y la primavera. Sin embargo, existen otros tipos de alergias. Muchas personas se sorprenden al saber de ellas, y por eso es clave saber qué es la alergia emocional.

La alergia emocional no es otra cosa que uno de los tantos problemas que el estrés produce en el organismo. Suele llamarse así porque su sintomatología es muy similar a la que muestran algunas alergias comunes.

¿Qué es la alergia emocional y cómo se trata?

Se genera entonces como consecuencia de un pico de estrés o una crisis de ansiedad. Generalmente se caracteriza por reacciones centradas tanto en la piel como en las vías respiratorias.

Si bien el primer abordaje y los tratamientos médicos habituales tienden a asemejarse a los de una alergia clásica, en ocasiones es necesario complementarlos con una terapia psicológica para evitar que se vuelva frecuente.

Este estado de hipersensibilidad no está entonces provocado por alérgenos, como pasa en las alergias de siempre, sino que depende pura y exclusivamente del estado de la mente, de cómo sobrellevamos esa tensión a diario.

¿Cómo descubrir si tengo alergia emocional?

Detectar esta problemática cuanto antes es importante para poder solventarla, y es básico prestar atención a los síntomas tradicionales de una alergia, pero también a su relación con posibles emociones negativas actuales.

Frente a ciertas realidades, el sistema inmunitario lleva a cabo una acción de defensa que se traduce en indicios tales como comezón, erupciones y manchas rojas, ya que la este tipo de alergia afecta sobre todo a nuestra piel.

¿Por qué aparece la alergia emocional?

Ésta es una cuestión que sigue siendo investigada por los profesionales, pero al parecer estaría asociada a ciertos procesos internos que se dan en tales circunstancias, como una creación desmedida de cortisol y catecolaminas. Estas sustancias son las que, en última instancia, están detrás de las reacciones epidérmicas inflamatorias.

Algunos estudiosos en la materia dicen que el disparador de las alergias emocionales, el alérgeno por llamarlo de alguna manera no es un elemento externo, propio de la naturaleza, sino un trauma no resuelto que explota por un nuevo problema.

Justamente por ello es que, aunque el tratamiento cutáneo puede ser similar al de cualquier otra alergia, la única cura posible para la alergia emocional es una terapia psicológica que ayude a resolver ese conflicto remanente.