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Adenoma: ¿Qué órganos corren el riesgo de padecer el tumor?

Entre los diferentes tipos de tumores cuya vigilancia debe ser preventiva, está el llamado adenoma. ¿Sabes en qué consiste y cómo anticiparte a él?

El adenoma es un tipo de tumor benigno que puede afectar especialmente tejidos glandulares. De hecho, los cánceres que afectan esos órganos se denominan adenocarcinomas. Se diferencia del cáncer en que su crecimiento es más lento y no es tan capaz de diseminarse. Las células del adenoma se desarrollan en el tejido epitelial, que recubre glándulas, cavidades y otras estructuras del cuerpo. Si te han diagnosticado un adenoma, esto es todo lo que tienes que saber.

Aparición y tipos de adenomas

Un adenoma es un tumor benigno, sin embargo debe ser monitoreado y tratado para evitar que se convierta en un cáncer. Además, según su tamaño y ubicación, pueden ser dolorosos o no provocar ningún síntoma.

Sus causas no se conocen con exactitud. En algunos casos existe un factor genético, pero también pueden ser causados por una dieta poco saludable, con demasiada proteína de origen animal y poca fibra. Los adenomas tienen diferente aspecto y evolución según el sitio de origen. Aparecen en el tejido epitelial, que es el que recubre glándulas, conductos y mucosas.

Estos pequeños tumores tienen la característica de copiar el aspecto de la glándula o tejido afectado. Cuando afectan glándulas no necesariamente forman parte de ésta, pero pueden asumir sus funciones. Por ejemplo, si afectan la glándula tiroides o las suprarrenales pueden segregar un exceso de hormonas:

Adenomas según el órgano afectado

Prevención y tratamiento del adenoma

Es muy difícil prevenir la aparición de los adenomas. En algunos casos son imprevisibles, como el adenoma pituitario. Sin embargo, en algunos casos hay factores que aumentan el riesgo de padecerlos. Por ejemplo, el factor genético es muy importante. También en el caso del adenoma de colon, el riesgo aumenta con la edad, tabaquismo y sobrepeso.

La mejor prevención son los análisis periódicos, especialmente si hay antecedentes familiares, y mantener un estilo de vida saludable basado en alimentación variada y natural y actividad física.

En la práctica, el adenoma de mamas toma la forma de una bolita fácilmente palpable. Por este motivo es muy importante el autoexamen de mamas.  Para saber si esta proliferación es un adenoma o un cáncer, se debe realizar una biopsia. Sin embargo, los fibroadenomas no suelen evolucionar a cáncer de mama.

Tratamiento efectivo

En cuanto al tratamiento, depende de la ubicación del adenoma. En muchos casos, si no provocan molestias, no es necesario ningún tratamiento pero sí controles periódicos para detener a tiempo su evolución a un cáncer.

Si causan problemas se deben tratar quirúrgicamente, es decir extirparlos. También puede realizarse esta intervención como medida preventiva.

Sin embargo, existe el riesgo de que puedan reaparecer si quedaron células activas en el órgano afectado. En el caso de adenoma de colon, es muy frecuente la aparición de otros adenomas en lugares diferentes, por lo que se deben efectuar colonoscopias cada tres a cinco años.

Nuestra recomendación: ante la menor sospecha de un adenoma lo mejor es consultar con tu médico. ¡No lo dejes pasar!