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Receta de Harina de castaña

Entre los tipos de harina más originales para cocinar, se encuentra la harina de castaña. ¿Has oído hablar sobre ella? Toma nota.

La harina de castaña nos permite preparar algunos alimentos con un carbohidrato único y diferente. En un punto bastante lejano de la historia, este producto tuvo una relevancia similar a la de la harina de trigo en la actualidad. Muchos poblados europeos de la Edad Media utilizaron este alimento como fuente principal de carbohidratos. Allí en donde era difícil encontrar otros cereales, la castaña se convirtió en la fuente calórica principal. Esto ocurría bastante en algunos pueblos montañosos de Italia, Francia, España y Turquía.  Sociedades enteras fueron sustentadas a partir de esta materia prima alimenticia hasta que inició una plaga que casi extingue a estos frutos por completo.

En todo el norte del territorio español se conoce muy bien este alimento, manteniéndose algunas costumbres en torno a él. El Magosto es una fiesta que comparten varias comunidades y en esta se celebra la recolección de este fruto. En Salamanca, Galicia, Cantabria, Asturias, Cáceres y otros poblados cercanos esto es parte de una tradición transmitida entre varias generaciones. Detrás de esta festividad se hace honor al pasado céltico y se rinde culto a las personas que han dejado este mundo. En Asia también se conoce este producto natural y de hecho China es en la actualidad el mayor productor de castañas en el mundo.

Un alimento versátil, para muchas elaboraciones

La harina de castaña es un producto base que sirve para realizar varias recetas. Lo que más se hacía con este carbohidrato molido eran piezas de pan. Ahora bien, los poblados que aún mantienen su uso tradicional le aprovechan para la elaboración de múltiples postres. Esto se debe a su característico dulzor y de hecho en Italia se le conoce como la “farina dolce”. Lo mejor de todo es que no se necesita utilizar mucha azúcar en sus preparaciones.

Las tartas hechas a base de este fruto tienen un sabor muy característico y hoy en día hay quienes también preparan crepes. Por lo general, las preparaciones quedan con un color marrón avellanado propio del fruto de la castaña. Cocinar con esta harina supone acceder a una línea gastronómica con sabores totalmente diferentes a lo que se acostumbra en la actualidad. A todo esto, se le debe sumar lo saludable que es la ingesta de este tipo de harina, si las comparamos con las que se usan en la actualidad.

Propiedades nutricionales

La harina de castaña es mucho menos calórica que productos similares hechos a base de trigo o maíz. Tiene menos proteínas pero también menos grasas, lo cual es un punto a favor si se desea bajar el peso corporal. Pero este es solo el comienzo, pues este producto tiene múltiples ventajas y hasta ciertas propiedades curativas. Aquellos que preparan dulces con este alimento pueden utilizar menos cantidad de azúcar procesada en sus piezas, o incluso no usarla. Otra ventaja muy importante es que este fruto es totalmente libre de gluten, lo cual es una excelente noticia para celíacos, personas con alergias y demás condiciones de salud.

La “harina dulce” también suele caer mucho mejor en el sistema digestivo y en la práctica puede ser hasta terapéutica. De hecho, se conoce que este fruto tiene un efecto similar al del omeprazol en el estómago. Además, esta es una fuente natural de fibras de alta calidad que contribuyen a la limpieza y el funcionamiento de la vía gástrica. El alto valor nutritivo de este tipo de harinas es que cuenta con vitamina A, C, E y todas las del grupo B. Sus minerales principales son el hierro, fósforo, cobre y zinc. Sin duda se trata de un alimento bastante llamativo en lo que respecta a sus sustancias de importancia biológica. Lo mejor es que esta materia prima alimenticia puede realizarse fácilmente en la comodidad de la cocina… ¡Presta atención!

Ingredientes:

Cómo preparar harina de castaña:

  1. Retirar la piel externa de las castañas y cortarlas por la mitad.
  2. Dejarlas al sol durante 10 horas antes de hacer la preparación.
  3. Secar muy bien el vaso de la thermomix u otro robot de cocina y las castañas antes de triturarlas.
  4. Introducir un grupo de castañas en la thermomix y dar dos golpes en turbo de dos segundos de duración.
  5. Triturar las castañas a velocidad progresiva de 5 – 10 durante unos tres minutos aproximadamente.
  6. Almacenar la harina de castaña en un recipiente esterilizado y seco.
  7. Continuar con el resto de las castañas hasta terminar con los 200 gramos.

Aquellos que tienen deshidratadora en su casa podrán hacer este procedimiento mucho más rápido. Este utensilio permitirá ahorrar las diez horas al sol. Es normal si al triturar las castañas, la thermomix u otro robot de cocina suena un poco debido a su textura.

La harina de castaña es uno de esos alimentos que deberías traer de vuelta al presente. Su consumo te permitirá bajar las dosis de azúcar procesada sin perder el sabor… ¡Prepárala!